jueves, 11 de diciembre de 2008

60º Aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Declaración -nacida tras los horrores del nazismo promueve la igualdad y libertad de hombres y mujeres en todo el mundo, "sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición."
La Asamblea proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos "como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción. " (Preámbulo)
En todo el mundo, derechos humanos elementales como el de la alimentación, la vivienda, la libertad y la educación, entre otros, son violados sistemáticamente, por acción u omisión de los gobiernos, como ocurre actualmente en Cuba y, donde encontramos ejemplo en el día de ayer, ante una ola de arrestos a opositores cubanos por la policía política, con la intención gubernamental de impedir marchas pacificas en conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, como, la prevista en el conocido parque Villalón de la localidad del Vedado en ciudad de La Habana.
Para aquellos que dicen que hay apertura en Cuba, con hechos como estos, entre otros, demuestran todo lo contrario: La triste realidad cubana, el actuar represivo del Estado totalitario al ejercicio de un derecho inherente.
Algo que debe ser solucionado con emergencia. Eso creemos.

El Masón.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Los simbolos en la Masoneria.

De forma empírica se puede aceptar que el lenguaje humano tiene tres niveles que coexisten de forma jerárquica. El primer nivel es el de las señales, el segundo el de los signos y el tercero el de los símbolos. El nivel de las señales corresponde a la gestualidad y oralidad. Gestos e interjecciones no apelan a significados o a interpretaciones sino son acciones comunicativas directas, es decir, una acción entre sujetos comunicantes, no necesariamente pensantes, aunque si mínimamente conscientes, esto es, se co-determinan en sus actividades. Las señales pueden ir dirigidas a la cooperación, la confrontación, etc., y son parte de la acción directa entre los seres. Un gesto de admiración facial es una señal, clara, que no apela a ningún significado, no necesita ser interpretado, no dice pero puede ser captado plenamente y la conducta se altera en función del mismo. Un grito de desesperación es igualmente posible de modificar la acción humana y coexisten con los demás niveles del lenguaje humano.
El siguiente nivel es el de los signos y que nació junto con la producción de herramientas. Cuando el ser humano produce sus herramientas externa liza contenidos mentales que pueden presentarse y representarse intersubjetiva- mente. Lo que implica el nacimiento de referentes a los cuales la comunidad puede acudir intersubjetivamente . En este caso, los signos representan aquellos contenidos mentales que adquieren permanencia como tecnológicos.
Pero los signos no se mantienen atados a significados utilitarios, pues pueden deslizarse hacia nuevos significados mediante el arte ritual. La danza humana ritual se diferencia de la danza de las abejas por su carácter representacional. La abeja acciona conductas en otras abejas por medio de su danza, la danza humana acciona contenidos mentales que pueden representarse una y otra vez. La oralidad deja de ser un lenguaje de señales para transformarse en un lenguaje de signos, un lenguaje articulado o instrumental.
El tercer nivel es el de los símbolos. Los símbolos nacen junto con la autoconciencia y con la conciencia de la muerte. No son meros signos sino que son proyecciones individualizadas de mentes ya personales. El símbolo no está destinado a ser referencial o a la comunicación, esta destinado a la autoconstrucción de la realidad personal. Cuando el lenguaje alcanza este nivel, el nivel de la autoconciencia, la comunidad se desliza hacia su desintegración, pues mientras los signos mantienen un universo cohesionado entre los individuos, los símbolos representan la rebelión. Un símbolo es una creación tal vez determinada pero si espontánea de una conciencia que se desata de los lazos de la comunidad. Los símbolos se ensamblan en discursos que obedecen al principio de identidad porque son emitidos por entidades.
Cuando se llega al nivel simbólico se ha pasado de lo significativo a lo interpretativo. Luego el lenguaje simbólico es intencional, es decir, es un ejercicio de la voluntad sobre el mundo y solo secundariamente comunica. Cuando se inicia asimismo se inaugura el combate interpretativo entre identidades humanas, que cesa en la construcción de un mundo común basado en acuerdos y no en significados. El lenguaje simbólico exige interpretaciones pero no necesariamente apunta a la comunicación. A veces el individuo no quiere ser totalmente entendido y permanece en la ambigüedad, pues puede llegar a valer más la fuerza de la voluntad ejercida que cualquier significado. El lenguaje simbólico tiene antes que nada sentido, es decir, una dirección en la que se ejerce como voluntad sobre el mundo, y luego, tal vez y no necesariamente, significado.
Estos niveles de lenguaje humano coexisten en forma jerárquica y complementaria sin anularse entre si, por el contrario, constituyen una mixtura imposible de discernir. Es decir, símbolos-signos- señales es lo que tenemos.
Cuando el símbolo emana del individuo emana como una proyección en lo real y a través de lo real, esto es, cargado de un deseo de permanencia que constituye el futuro. El símbolo es de un determinado sujeto y por el se identifica a este. El símbolo, entonces, es más que un mero lenguaje, reconocimiento o representación. Es un acontecimiento de la propia identidad. Un acontecimiento que inscribe a uno mismo para los demás.
Cuando el símbolo se materializa, su materialidad no lo es todo. Queda también trazado el cordón que lo une a aquel que lo materializó. El símbolo no solo es un producto mental, también puede ser el que encadene a la propia mente. El sujeto no se desliza de su discurso, lo más que puede hacer es revelarse contra él, lo cual implica un trastorno de la voluntad.
El símbolo, aunque es la escritura del ego, se revela a los otros como signo. Ese es su peligro. La comunidad puede o no presentir que la representación ya no es inocente flujo del significado, sino proyección de un deseo. Allí esta el riesgo. Detrás de cada discurso simbólico no solo hay indicativos para el camino sino también están presente el ejercicio de un poder de seducción. No es otra cosa que la magia de apoderarse de los otros mediante el ejercicio de la creatividad simbólica. El hechicero penetra con su voluntad en la mente de sus congéneres no simplemente para demarcar la realidad, sino para imponerse como lo real y lo realizable, esto es, como amo del deseo.
Pero hay más posibilidades, el propio sujeto simbólico cae en las redes de sus propios símbolos porque al mismo tiempo que se descubre como una identidad, es decir como lo identificado en el símbolo, esta auto-referenciabilidad ya no puede ser olvidada. Es presa de sí mismo con las cadenas de su obrar simbólico, y a partir de allí esta obligado a su futuro y por lo tanto, y esto es lo que lo lleva a su muerte simbólica inevitable. Decir la propia palabra es aceptar la aniquilación a través de esta autoafirmación irrenunciable. En ese sentido no hay mucha diferencia entre discurso simbólico y acto criminal. El castigo por alcanzar la autoconciencia es quedar fuera del mundo tras una pared de símbolos.
Pronto, por el ejercicio de la proyección simbólica de la voluntad, el muro simbólico deja atrapado a los individuos, y a toda la comunidad, en un universo simbólico. Ya no hay una unilateralidad de signos con sus significados que permita la adherencia inocente a las cosas, hay un conflicto de interpretaciones individuales, de egos que quieren apoderarse de los otros. La concordia total solo es posible por el común sometimiento a una única interpretación. Esta interpretación única debe ofrecer alguna forma de inmortalidad y exigir el acatamiento implícito. A este acatamiento se le llama deber.
En el símbolo la mente ya no puede pertenecer al cuerpo sino a su obra. El cuerpo cae de la mente, que se vuelve alma incorpórea, y puede ser, entonces, víctima de ella en un oprobio de laceraciones que pueden coronarse en el suicidio. Suicidarse es acabar con las cadenas del pensamiento simbólico en un intento de volver al mundo a través de la absoluta negación de la propia voluntad. El ser simbólico, ese demonio, es la más solitaria de las criaturas, atrapada en el laberinto de su propio discurso sin un hilo que lo ayude a regresar al punto de partida. Una vez que se piensa ya no se puede dejar de pensar. La alternativa para el suicidio es el olvido o la locura. Enloquecer, sin embargo, es ser devorado por los propios símbolos. Es un auto devorarse producto de la debilidad, el exceso o la cobardía. En esto consiste ser cobarde: en no soportarse a uno mismo con toda la carga de la autoconciencia. El cobarde puede hallar su fuerza en obedecer para no pensar.
La obediencia es un buen camino para liberarse del peso de la soledad que se respira en el cerrado circulo de uno mismo. Obedeciendo se incorpora en el mundo. La creencia en un mito es precisamente el entregarse obediente a la voluntad ajena, es el enajenarse para sentir la entusiasta corriente del mundo pasar a través del propio cuerpo y la propia mente y no ser ese arriesgado caminante que construye su propio camino entre dos abismos: el del nacimiento y el de la muerte. Someterse es obtener la normalidad, aunque las cadenas con que se ata la mente se vuelvan casi invulnerables por la renuncia cometida. Los dominadores no absorben las conciencias de sus súbditos sin que exista la reciproca obediencia.
El que obedece levanta ídolos alrededor de los cuales pretende girar, y esos ídolos, porqué no, pueden ser humanos tan deseosos de hundirse en un mundo como él mismo. Así es como se tiene una jauría humana, lanzada hacia el futuro, deseosa de saborear las vísceras de la existencia para poder olvidar por un momento el sabor de la propia fuga.
El sujeto humano es una araña atrapada en su propia red de símbolos, este ha sido su riesgo, su tragedia y su proeza desde el principio. En su intento de desenredarse busca el mundo a través de los símbolos, y en esto consiste la ontología, o se busca a sí mismo, y en esto consiste la gnoseología y la lógica, o tratar de encontrar un camino auténtico, y en esto consiste la ética. Pero la filosofía, por lo menos hasta ahora, no ha sido su mayor solución.
La búsqueda del conocimiento mismo tiene sus propias trampas, en busca de un sendero se abona la idealidad de los símbolos con el martirio. La esperanza se inmola en los altares de la atemporalidad o del futuro, desmesurada por la impotencia o por el exceso de sueños. Otra opción moderna es abandonarse en el objeto, esto es, la ciencia objetiva y su expresión técnica.
El cuerpo humano ha dado su respuesta a esa mente dislocada por los símbolos, pues ya no tiene sexo sino sexualidad. El placer, esa descarga de la vida sobre el éter del alma, la vivifica por momentos, la une, la desprende de su soledad. El placer invita a encontrarse con los otros y con el mundo en el diálogo de los cuerpos y los símbolos. Esta opción ha sido otorgada. El hedonista en parte lo sabe, pero no ve más allá del placer mismo, aun sigue hundido en sí mismo y le basta con reiniciar una y otra vez esos intentos de recuperar la corporeidad. Gozar sin prisas del mundo y de la vida para ser mundo y para la vida: tal vez sea esa la respuesta al desgarro simbólico de la autoconciencia.
El ser autoconciente puede reír y puede llorar. Durante mucho tiempo ha pretendido la orgía en mares de lágrimas para transformarse a sí mismo en fuerza cósmica y echar al olvido su dolorosa separación de las fuentes. Debería pensar ahora en el juego y la risa. En eso consiste la seriedad de la existencia. Del mismo modo que los símbolos permiten enfocar destrucciones y autodestrucciones, responsabilidades y llantos culpables, del mismo modo pueden abrir la puerta al juego y la inocencia del juego, es decir, a la construcción de un mundo pletórico de posibilidades. Ya no más naturaleza, sino el artificio pleno, ya no más humanidad adolorida sino límpidos sueños entre las estrellas. De lo orgiástico a lo lúdico, ese es el camino. ¿Llegará el día en que por fin dejaran de realizarse desfiles militares y se vea corretear, en su lugar, a todos los niños en un mar de risas? Penosa e inocente pregunta.
Nietzsche resume diciendo: "Más ahora, decidme hermanos míos: ¿Qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león haya podido hacer? ¿Para qué pues habría de convertirse en niño el león carnicero? Sí, hermanos míos, para el juego divino del crear se necesita un santo decir sí: el espíritu lucha ahora por su voluntad propia, el que se retiró del mundo conquista ahora su mundo."
Federico Nietzsche en el parágrafo 373 de "La Gaya Ciencia", titulado "Ciencia como prejuicio" y perteneciente al Libro Quinto, afirma: "Pretender que sólo está justificada la interpretación del mundo que os justifique a vosotros, que permita investigar y seguir trabajando científicamente en vuestro sentido una interpretación que no admita más que las operaciones de contar, calcular, pesar, ver y prender, es una torpeza y una ingenuidad. ¿No es, por el contrario, harto probable que precisamente lo más superficial y externo de la existencia sea lo que puede asirse antes que nada? ¿cuándo no lo único que puede asirse?. La interpretación científica del mundo, tal como vosotros la entendéis, bien podría ser, pues, después de todo, una de las más tontas, esto es, más abstractas, de todas las interpretaciones posibles del mundo. Les digo esto al oído y a la conciencia a los señores mecanicistas que hoy día se complacen en echarlas de filósofos y creen que la mecánica es la doctrina de las leyes primarias y últimas sobre cuyo fundamento se levanta por fuerza la existencia toda. ¡Pero un mundo esencialmente mecánico sería un mundo esencialmente carente de sentido!.Suponiendo que se fijara el valor de una pieza musical en base a la parte de ella susceptible de ser contada, calculada y reducida a fórmulas. ¡Cuán absurda sería esta valoración científica de la música! ¿Cuánto de ella sería comprendido y conocido? ¡Nada, absolutamente nada de lo que en ella es propiamente música!"
Supongamos que efectivamente todo este discurso humano no sea más que un mar de interpretaciones. El que así fuera no quita que busquemos orientarnos y tratar de llegar a alguna orilla. A esa orilla llamémosla verdad. ¿Cómo ir hacia ella? Simplemente navegando y ya veremos que pasa. Navegar es necesario, vivir no es necesario. La ciencia, pese a sus condescendencias con la barbarie, muestra, al menos, una manera de aproximarse a la orilla: atenerse a la exigencia del dato. La filosofía, por su parte, presupone el siguiente método general: el diálogo. Dialogar hace crecer la verdad dentro de nosotros, atenernos al dato nos ayuda a no exagerar el número de velas desplegadas. Todo a su tiempo. La pregunta es: ¿alcanzaremos esa orilla? En todo caso sigamos navegando, que para eso somos humanos.
Es tan cierto que las relaciones humanas están teñidas de egocentrismo como que el egocentrismo es una ilusión que debe superarse. Pero lo que no es cierto es que el concepto de poder sea contrario al concepto de rebelión: el poder es precisamente una rebelión del individuo contra la comunidad, contra la realidad, contra la necesidad. Una rebelión que consiste en colocar la competencia donde es posible la cooperación, la mentira donde es posible aclarar y sincerar, el despilfarro donde existe la necesidad. Sentirse poderoso es sentir que todo lo ajeno se puede enfrentar y efectivamente está enfrente, sentirse poderoso es no aceptar ser parte de... Ser poderoso es llevar a cabo esta rebelión. Ser poderoso se agota en la muerte.
Los símbolos solo comunican cuando son interpretados como meros signos, pero esta no es, en realidad, mas que una de las posibles formas en que actúan sobre lo real. Si se los proyecta sobre los objetos e instrumentos generan modelos de acción, abriendo la puerta a una actividad humana cada vez más fructífera. Si se los proyecta sobre la imaginación dan vida a un mundo virtual, el de las fantasías o pseudo-realidades. La realidad misma puede ser recubierta con un manto de símbolos a través del cual la mirada humana se desliza no solo en un mirar, sino en un querer mirar de cierta manera, imprimiendo una visión del mundo al mundo. También pueden los símbolos retornar a la propia mente para "evolucionarla" en un proceso de autoconstrucción cada vez mas profundo y libre. Pero los símbolos no son la panacea que abre todos los caminos y resuelve todos los males, son también el laberinto en el que muchas veces la mente se pierde para no encontrar ya nunca mas el camino a lo real.
Los símbolos abren puertas pero también echan trampas. Lo fantástico, lo virtual, lo modélico, se deslizan mutuamente unos sobre otros y así la mente esta siempre en la frontera de una posible confusión o desastre. Pero no es este el mas caro precio que debe pagar el ser simbólico sino el verse fuera de lo paradisíaco, es decir, de la naturaleza. Efectivamente, la cualidad esencial de lo simbólico es ser artificial, desconectado no solo de lo natural de la conciencia, sino siendo antinatural. El ser humano, a través de lo simbólico, adquiere autoconciencia y se aparta de toda pertenencia a lo dado. Deja de girar en torno a lo presente y comienza a existir colgado del futuro o de la atemporalidad, en un balanceo arriesgado sobre los abismos de la inconsistencia y la perdida de referencias concretas. La perdida del contacto simple con el mundo lleva al ser simbólico a una autorreferencia que debe ser soportada como una carga. La libertad humana, la apertura hacia lo posible que aportan los símbolos, se paga con el dolor de unos límites implacables mas allá de los cuales solo existe lo otro, lo ajeno, lo inabarcable que sumerge la identidad en impotencia. La factibilidad contrapuesta a la posibilidad se presenta como carencia.
Así pues, la mente autoconciente debe bregar contra la muerte, el olvido, la ausencia de un centro al cual acudir o una instancia a la cual apelar. Infectada de símbolos, la lucidez de un cuerpo se aleja retenido por la animalidad. Un largo tanteo simbólico se inicia con la autorreferencia simbólica, por el cual la mente pretende retornar al cuerpo o al menos situarlo en sus esquemas, el hombre pretende retornar a la mujer, la conciencia humana a la vida. Ese tanteo en el que la ceguera va siendo sustituida por lo visionario también es, desde la impotencia, una búsqueda de la inmortalidad pura o de alguna forma de mortalidad trascendida en la inmortalidad. También es, si se quiere, el tanteo ciego en busca de la verdad.



El Masón.

jueves, 4 de diciembre de 2008

La Masoneria post-moderna.....¿ En Cuba ?

Los masones somos admitidos si anhelamos ser honorables, si anhelamos ser hombres libres y de buenas costumbres, pero este alto espíritu no siempre se acompaña de concurrencia a las tenidas porque tienen mucho de su tiempo comprometido con el trabajo, lo que es acompañado por la benevolencia de sus hermanos mayores. Benevolencia que, a su vez, es observada por otros hermanos porque postulan que dicho comportamiento benevolente puede perjudicar a la formación masónica tanto del iniciado cuanto del mismo colectivo masónico. Este comportamiento benevolente y dedicado a compromisos no masónicos puede originar que la vida masónica sea reducida a considerarse masón por el hecho de haber sido iniciado y detenerse o negarse a cualquier otro proceso de transformación. Reduccionismo conceptual que otros hermanos consideran que solo debe ser ampliado por la inclusión de la simple militancia o del debido ascenso en su carrera masónica.
Los buenos hermanos menores así como los benevolentes hermanos mayores pueden estar olvidando que la grandeza de la Masonería radica en sus obreros. Conocer diversos aspectos de la vida masónica no garantiza el ímpetu para alcanzar los principios que permitan el bienestar de la humanidad futura. La falta de integración al cuerpo mental masónico y a los planos espirituales por privilegio de aspectos de seguridad material y benevolencia implementados pueden rompe la verdadera cadena de unión, y con ello, postergar la verdadera emancipación y elevación espiritual. Lo que permite conservar aquellas fuerzas profanas que actúan en nosotros, muchas de las cuales son fuerzas trasmitidas por los poderosos medio de comunicaciones implementadas en el colectivo profano, y que sin embargo, simbólicamente dejamos fuera cuando nos iniciamos sin valores ni metales.
La asistencia a las tenidas implica ejercitar la libre reflexión y meditación, evaluar los principios que sostienen nuestros pensamientos temporales, ejercitar los principios que rigen el pensamiento, evaluar los principios que se implementan en el mundo profano. Es decir, formarse en la fragua de la logia abierta permite aprender a manejar las herramientas de la vida masónica para construir un mejor mundo para vivir.
La Orden Masónica al ser una escuela iniciática busca la mejora a través de procesos previstos, al margen del azar, por medio de la disciplina y el orden y no solo por la simple admisión. La Orden Masónica esta organizada para tal fin, la misma que ha surgido de la razón y el análisis. Como sistema moral se ha creado para su convivencia y no sólo su lectura. Los iniciados constituimos el único instrumento móvil de la orden masónica. Los hermanos mayores, al adquirir mayor grado de libertad, adquieren mayor responsabilidad lo que implica que sus reflexiones deben tener mayores alcances, deben medir mejor las consecuencias porque ha accedido a principios más universales y no porque tienen mayor tiempo en los registros de la logia.
Las nuevas benevolencias y licencias que reinan al interior de las logias pueden ser manifestaciones de nuevos principios que ya están valorados dentro de la Orden Masónica y por ello deben ser analizados.
En este sentido, se acepta que en el mundo profano y tal vez dentro de la Orden Masónica, estamos ingresando a una nueva etapa histórica denominada post-modernidad. Punto de vista que comparten filósofos, historiadores, publicistas, autoridades y poderes fácticos en su intento de definir la realidad. En este sentido, la post-modernidad puede tener aportaciones novedosas pero, sobre todo, hay que establecer su influencia en la propia realidad masónica.
Muchos pueden decir que esta actitud ante la realidad y ante la historia es bastante común y superflua. De hecho puede observarse, aunque con un nombre distinto, que esta actitud ante los grandes relatos que se trasmiten por los medios de comunicación impregna tanto el lenguaje cotidiano como los presupuestos no racionales, no razonados.
Por ejemplo, se hace manifiesta la diferencia entre pluralidad y mundialización; entre la sociedad plural y del valor que se da a lo diferente a la vez que la mundialización de la homogenización. Es decir, los mensajes que se inoculan en la sociedad por el mismo canal y a la vez hablan de valorar lo variado en la sociedad y al mismo tiempo buscan garantizar la homogeneidad de los individuos, lo que implica que se ahogue todo intento de que esa pluralidad se haga realidad más allá de lo meramente estético.
Esta coexistencia de principios presentada por los constructores del pensamiento post-moderno plantea establecer si el concepto de post-modernidad sanciona filosóficamente los hechos que reclaman explicación o es la post-modernidad la que ha dado pie a los fenómenos post-modernos.
El análisis de la sociedad y sobre todo del saber post-moderno nos permite establecer que no explican los hechos sociales ni están al servicio de ellos, tampoco se puede considerar que esta teoría filosófica tenga tanta influencia en la sociedad como para provocar una reacción tal. Lo que nos puede conducir a pensar que se esta interpretando los signos que sostienen la historia. En cuyo caso se esta captando la dirección de las transformaciones del saber y proporciona una explicación de ellas.
Visto así el término post-moderno produce una sensación de engaño, de vacío. Un vacío que no es ni la pérdida de sentido ni la reconstrucción del sujeto, porque detrás de este término habría muy pocas cosas. Esto es, la descripción de lo que sucede puede ser correcta pero el sentido que se establece puede ser falso.
Para muchos la post-modernidad se inicia luego de la Segunda Guerra Mundial, del capitalismo tardío, del comienzo de la época post-industrial, es decir, luego de keynesismo, donde los estados ejercían control sobre el mercado a fin de garantizar el estado de bienestar. La diferencia más importante del capitalismo tardío es que el saber, y en especial el conocimiento científico no solo es mercantilizado, sino se convierte en la principal fuerza productiva en sustitución de la materia prima y la mano de obra. Esta nueva forma de producción capitalista afecta a la propia estructura del saber, que va a convertirse en un producto, en una mercancía más. La consecuencia de esta mercantilización de todo sería la causa de las nuevas benevolencias y preponderancias laborales dentro de las logias. Sin embargo, hay que reconocer que la producción y el consumo, la búsqueda de mercados potenciales y de materias primas sigue siendo importante para el desarrollo de las sociedades lo que parece estar en contra de esta descripción post-moderna.
Desde la perspectiva política la post-modernidad representaría la caída de la teoría de la sociedad como un conjunto. Es decir, ya no hay un sentido univoco que dé cohesión a las relaciones sociales, lo que implica que los seres humanos ya no consideran su actividad englobada en un todo, sea esto una sociedad, una nación o la misma humanidad. Esto puede manifestarse en los masones por considerarse masones por el simple hecho de ser regulares activos, más no por principios universales como la fraternidad universal. Lo que implica que la actividad realizada ya no tiene objetivo más allá de sí misma. Esto implica la transformación en el modo de concebir la historia y el saber. La concepción de la historia ya no sería lineal, esto es, ya no hay un principio y un fin determinados. Lo que implica que la justificación que permitía presentar a la historia como lo trascendente también deja de serlo. Esto sería así por que todos los meta-relatos pierden legitimidad y con ello la misma historia deja de ser una narración. Lo que incluiría a la misma historia masónica. Es decir, el saber moderno ya no tiene legitimidad en las sociedades post-modernas.
A lo largo de la historia de la historia ha habido tres tipos de relatos legitimizantes: el mito, la religión y la filosofía. La filosofía es propia de la modernidad. En la modernidad se puede hablar de tres grandes relatos:
El hegeliano que concebía a la historia como el auto despliegue del Espíritu. Esto es, todo lo que sucede en la historia, incluido el sufrimiento, esta justificado en tanto que contribuye al progreso del Espíritu hacia la máxima libertad y auto-conciencia. El saber y la sociedad están legitimados en función del Espíritu.
El segundo gran relato es el relato emancipador. La nación, el pueblo y su camino hacia la libertad es lo que legitima a las instituciones y al saber, que le proporcionan los instrumentos para que, por medio de la deliberación, llegue hasta ella. Concepción que fue difundida por las logias masónicas especulativas.
El pragmatismo que entiende que la sociedad es un sistema unitario y autorregulado. Toda acción realizada en el marco del sistema sólo puede contribuir a su desarrollo o a su decadencia. Entendiéndose que el desarrollo implica la mejora de las condiciones de vida de los miembros de la sociedad. Sin embargo, con el establecimiento de la tecnocracia la optimización del sistema es privilegiada sobre el desarrollo de los miembros de la sociedad. Esto puede ser el origen tanto de la benevolencia como del privilegio por el trabajo en las sociedades post-modernas.
A nivel cultural, la perdida de sentido, esto es, el nihilismo no es un fenómeno nuevo. Como lo expresó el mismo Nietzsche el hombre moderno al matar a Dios eliminó la posibilidad de fundamentar metafísicamente el conocimiento. La tendencia del hombre a la verdad que presuponía la tradición platónico-cristiana occidental se manifiesta en la exigencia de verdad de la ciencia moderna. Pero cuando la exigencia de verdad se lleva hasta sus últimas consecuencias y se busca la verificación de esa tendencia a la verdad, de la supuesta existencia de la verdad se comprueba que se apoya en un mundo trascendente que ya ha sido desacreditado por la crítica hecha a la religión por el modernismo. Esto tiene como consecuencia la aceptación de que la ciencia no puede aspirar a la verdad y no es única, tampoco puede legitimarse ante la sociedad, el Espíritu o el pueblo por ese camino. Por esto, cada ciencia va a tener que legitimarse por sí misma no por relación a un relato único, ni siquiera con respecto a un discurso propio, sino que se justificará ante la sociedad en virtud de sus efectos, de sus beneficios, es decir, de su aspecto técnico.
Pero aquí podemos discutir a quién beneficia o perjudica la legitimación del saber. Las ciencias se han subordinado a la técnica. La técnica ha sido encumbrada, por la eficacia, por la optimización del sistema. La perfección del hombre es reemplazada por la optimización del sistema. Y esta optimización se mide en términos económicos y no espirituales. Esto implica que con esta reconfiguración del saber, el meta-relato emancipador ha sido perjudicado, ha perdido consistencia, ha caído en desgracia. Sin embargo, el uso del concepto de progreso evolutivo ha sido conservado para la retórica del sistema, es más, se lo invoca como el nuevo meta-relato.
El descrédito por lo emancipador proviene de los medios de control que han impulsado el disfrute individual. Esto beneficia la consideración de que la realidad es unidimensional, permitiendo legitimar la optimización del sistema. Es decir, se benefician las clases que tienen el control del sistema.
La técnica al producir efectos se legitima y con ello legitima a la ciencia, que sin embargo, es su fuente de desarrollo. La técnica sólo busca optimizar sus operaciones, tratando de mejorar la relación entre medios y fines, esto es, tratando de lograr los fines al menor costo. Pero aquí surgen dos interrogantes. Quién fija los fines de la técnica y a quién beneficia sus efectos. Los constructores de la teoría de la post-modernidad dicen que es el sistema quien fija los fines y la optimización de sus medios la beneficia. Sin embargo, esta concepción tan mecánica identifica que el ser humano deja de ser fin y se convierte en medio. Dicho de otra manera, se soslaya que una clase social que decide se beneficia conscientemente de la dinámica del sistema. De este modo, se justifica optimizaciones brutales. De este modo se privilegio lo económico.
Históricamente podríamos concluir que la post-modernidad es la culminación de los ideales modernos. En realidad seria el desarrollo que se ha dado a una sola idea, la idea moderna de dominio de la naturaleza, que se ha impuesto en todos los terrenos, en lo económico en forma de capitalismo, en lo social en forma de sistema autorregulado y en lo cultural en forma de individualismo. Pero ni el individuo llega a ser autónoma ni la sociedad como sujeto logra emanciparse, ya no de la naturaleza, sino de sí misma.
La concepción moderna de un sujeto estable convertía todo conocimiento en objetivación. Pero cuando ese conocimiento se vuelve sobre el propio sujeto o sobre los sujetos, se favorece su cosificación, el tratamiento del hombre para con el hombre como un objeto. Este sujeto moderno pierde su consistencia en el post-modernismo por tres críticas fundamentales:
Primero, Freud no considera autónomo al yo, debido a que se halla sometido tanto al super yo como al ello. El super yo representa las exigencias morales, que no son sino exigencias interiorizadas por el sujeto mientras que el ello representa los instintos que piden satisfacciones que han de ser suprimidas para la vida en sociedad. La represión del ello acrecienta el poder del super yo sobre el individuo y cuyas exigencias son, muchas veces, imposibles de cumplir, generando en el individuo infelicidad y, en casos extremos, patologías psicológicas. Con esta idea, la post-modernidad pretende mostrar la fuerte dependencia del sujeto con respecto a lo social y a su constitución biológica, rechazando la idea de una esencia libre y autónoma como constitutiva del mismo.
Segundo, la teoría crítica señala el hecho de que el dominio de la naturaleza no nos ha llevado a la emancipación, sino a la explotación del hombre por el hombre, esto es, a la cosificación. La formación del sujeto, tanto individual como colectivamente, ha pasado por un sometimiento a leyes y no al despliegue ni del sujeto ni de sus potencialidades, debido a la necesidad de estandarización que la industria capitalista considera menester para la homogenización tanto de la producción cuanto del consumo y, por tanto, del sujeto. Con ello, los constructores del post-modernismo establecen que el sujeto no es ni libre ni autónomo y por lo tanto, no puede ser fundamento de una concepción de la realidad.
El sujeto post-moderno es fundamentalmente una nada, un vacío, por lo que su filosofía se va a orientar a hacer presentable un hecho no positivo sino negativo. Esto permite afirma que no hay una esencia positiva del sujeto, el sujeto no es algo fijo e interno que se va manifestando externamente, sino que es pura acción, pura decisión, y, sobre todo, pura creación. El sujeto sólo existe en tanto que decide. Por ello, porque es puro devenir, el sujeto es inexpresable por un concepto. Así, el sujeto se convierte en una ficción útil, esto es, es una narración que hacemos de nuestra vida y sólo es real en tanto que es una narración. Con ello, al sujeto no puede concedérsele poderes que no tiene, ni hacer de él una entidad independiente e incluso trascendente. Lo que es contrario a la propuesta dado por la orden masónica.
Tercero, para hacer presentable a ese sujeto post-moderno diluido se emplea la teoría de la presentación kantiana. La presentación del sujeto, que es vacío, a de ser simbólica, análogamente a como la facultad de juzgar kantiana hace sensible al noúmeno, que no es sensible de por si.
La humanidad como sujeto orientado hacia la emancipación ha perdido consistencia. Ello implica que no se puede creer en la necesidad de la emancipación. Lo que también resulta contrario a la propuesta masónica. La única manera de conocer la dirección de la historia es por medio de signos, como decía Kant. También decía Kant que, si bien la historia no caminaba hacia lo mejor, la acumulación de signos que simbolizan esa tendencia genera en los hombres entusiasmo que vuelve a influir en la propia historia. Con la diferencia de que la post-modernidad no ha generado entusiasmo, porque lo que se ha producido no ha sido un avance en dirección a la libertad, sino la disolución de la idea ilustrada de la emancipación y que fuera encarnada en los estados democráticos, que, cada vez más, ven reducir su poder a favor de entidades supranacionales no democráticas como son las empresas transnacionales.
Para aceptar esta conclusión se tiene que aceptar dos presupuestos:
Primero, considerar des-realizable la idea de sujeto como consecuencia de las ideas modernas, y que por el contrario han culminado en la post-modernidad, sin tener en cuenta el fuerte componente emancipador que anido en la modernidad. Esto mismo señalan Adorno y Horkheimer al criticar a la Ilustración, destacando la unidimensionalidad y la miseria espiritual y material impuesta por el capitalismo tardío que no eran sino la imposición de una de las fuerzas que actuaba en la Ilustración.
Segundo, considerar irreversibles tales fenómenos. Si la modernidad generó la disolución del sujeto individual y colectivo ¿por qué no luchar contra la causa de esa degeneración? Además, la desrealización del sujeto moderno implica la realización previa de esa entidad, de ese yo libre y autónomo. Pero esa realización sólo se ha dado en las mentes de los pensadores modernos y no en la humanidad, que no ha logrado su emancipación, por lo que, ciertamente, hay poco que desrealizar, hay poco que deslegitimar, porque el desarrollo real de los ideales de la Ilustración no han sido tan grandes.
Los constructores del post-modernismo al analizar el saber en las sociedades post-modernas, explican la pragmática del saber científico para mostrar cómo el concepto tecnocrático del sistema estabilizado y autorregulado no es científico sino más bien cínico e intencionalmente engañoso. Esto es así porque el sistema necesitaría considerarse así mismo como estable para poder controlar la optimización progresiva, para poder predecir los efectos finales, para poder predecir los productos conociendo sólo los insumos y las condiciones iniciales del sistema. Para los constructores del post-modernismo, la ciencia post-moderna no se legitima por la estabilidad del sistema, ni del científico ni del social, sino por el hecho de dar nacimiento a nuevas ideas. Cada enunciado de la ciencia busca precisamente lo anormal, lo nuevo, lo extraño, lo que no encaja y fomenta, por tanto, la revisión constante de lo aceptado. Así, podríamos decir que el funcionamiento de la ciencia se apoya en un consenso constantemente revisable entre los científicos.
Sin embargo, estos intereses de la ciencia post-moderna chocan a menudo con la búsqueda de la optimización del sistema por medio de la técnica, y el criterio de poder se introduce en las instituciones científicas merced a su dependencia económica de los estados o las empresas.
De otro lado, esta concepción cambiante de la ciencia post-moderna, beneficiaría a la regulación del sistema sin que sea necesario recurrir a la imposición de criterios ajenos a ella, como el poder. Ayuda a la autorregulación del sistema en tanto que su falta de previsibilidad da lugar a nuevas jugadas imprevistas dentro de la pragmática de los saberes, de las que se nutre la perfectibilidad exigida por el sistema.
Pese a contarse con este modelo alternativo al sistema, que cuenta con un funcionamiento basado en el consenso local, no parece que se aplica la misma al conjunto de la sociedad. Esto es así porque la pragmática social contiene una enorme variedad de lenguajes inconmensurables entre sí que impiden la definición de prescripciones comunes a todos ellos.
Por ello, es rechazable la idea del consenso argumentativo planteado por Habermas y se plantea, en polaridad al consenso, el disenso, el reconocimiento de la diferencia como camino hacia la justicia. Se desconfía de la idea del consenso por varios motivos. De un lado, es apreciable la tendencia del sistema a homogenizar los espíritus y las opiniones, y hasta, el consumo en términos económicos; pero también la facilidad con que logra ese propósito. Por lo tanto, el consenso entendido como coincidencia de opiniones no es nada que escape a la autorregulació n del sistema.
De otro lado, el consenso de Habermas se sostendría en la idea emancipadora y la legitimidad del saber mediante la argumentación, presupuestos que serían incorrectos desde el momento en el que se asume que la legitimidad en las sociedades posmodernas no lo da la argumentación sino el poder.
En todo caso, los constructores del postmodernismo, emplean la propuesta del consenso argumentativo de Habermas para plantear un enemigo a la medida, y con ello, legitimar el disenso posmoderno. En todo caso, el sistema impone falsos consensos y legitima el saber mediante el poder. Esto implica que el sistema no es argumentativo, lo que implica que el consenso argumentativo es insuficiente. Implica que es preciso contener las fuentes de imposición dada por el sistema para garantizar la argumentación racional.
Los mismos constructores del disenso posmoderno se quedarían si proyección, porque ¿acaso no se cierto que el disenso se ahoga ante el consenso impuesto por el sistema?
El consenso provisional es precisamente la única garantía de supervivencia de la pluralidad, en la medida en que presenta batalla a la estandarizació n. Y, en tanto que es argumentativa y racional, no supone la renuncia a la diferencia, sino tan sólo un aplazamiento.
Es más, la idea de consenso argumentativo es un enunciado que no dice que el consenso de facto se legitima por la argumentación, pues hay fuerzas poderosas que actúan sobre los seres humanos y les condicionan, por el contrario señala que el consenso debe legitimarse por la argumentación racional.
Los constructores del postmodernismo señalan que la transformació n del saber sería el acontecimiento que marca la diferencia con el modernismo.
El saber era considerado en el modernismo como un instrumento al servicio de la emancipación del hombre y de la sociedad, servía como formación del individuo autónomo. La extensión de la idiosincrasia capitalista hasta el saber y sus medios de difusión van a hacer de éste una de las principales fuerzas de producción. Esto lleva aparejado el hecho de que el saber se convierta principalmente en comunicativo, en tanto que es un producto, primará su valor de cambio sobre su valor de uso, es decir, lo importante será el intercambio de informaciones y no su utilidad para el individuo, la sociedad o el poder político.
Asimismo, el canal de transmisión condiciona la nueva estructura del saber: todo saber que no pueda ser cosificado o cuantificado en los medios informáticos será dejado de lado con lo que dejará de existir.
En este aspecto, los estados y el poder político, son y serán acosados como generadores de disturbio a la libre comunicación, tal como las transnacionales son atacadas como elemento que impide el libre intercambio de mercancías.
Todos estos cambios afectan la legitimación de la sociedad en su conjunto y del propio saber.
El postmodernismo distingue varios tipos de saber, entre ellos el narrativo y el científico. El saber narrativo toma la forma de relatos, lo que permitió que las concepciones de la historia sobre la modernidad legitimaran a la sociedad. Los dos grandes relatos de la modernidad han sido el emancipador, que legitimaba el saber en la medida en que contribuía a la emancipación del pueblo, y el hegeliano, en el que era la creencia en el despliegue del Espíritu lo que justificaba el saber. En este caso el saber se legitimaba a si mismo, ya que es él quien define lo que es la sociedad, el estado, el pueblo, etc.
Los grandes relatos han perdido su autoridad como legitimadores del saber, debido, en parte, al nihilismo inherente al saber desde el siglo XIX.
La exigencia de verdad del saber científico es, llevada hasta sus últimas consecuencias, la que provoca el derrumbamiento de la jerarquía de los saberes. En un principio, es el saber narrativo el que, por medio de un metarrelato, da cuenta de la realidad y legitima la validez del conocimiento científico. La ciencia tiene conocimiento verdadero porque se apoya en un argumento metafísico, la existencia de la verdad y la validez de la prueba, es decir, en la certeza de que un mismo referente no puede proporcionar dos pruebas contradictorias. Pero admitir esto requiere admitir el metarrelato en el que se incluye esa metafísica. Pero cuando se exigen pruebas de validez de la propia prueba, es decir, cuando se exige demostrar que la demostración es verdadera sin acudir a argumentos metafísicos, que la ciencia no considera válidos, todo el sistema se desmorona.
La pluralidad de las ciencias, antes cohesionadas por un solo relato, no pueden ya legitimarse ante la sociedad más que por su efectividad, por la optimización de sus medios con respecto a sus fines.
Esto provoca, la ascensión del estatus de la técnica, que es la que garantiza la validez de la prueba, la verdad de la teoría científica. Pero en tanto que la aplicación de la técnica consume recursos económicos, se produce una relación nueva entre sistema económico, perfeccionamiento y verdad: quien posee recursos económicos no solamente tiene acceso privilegiado a la verdad en sí, sino también a la posibilidad de determinar qué es verdad y qué no lo es. Lo que no es parte de la razón moderna.
Este cuadro presentado por los constructores del postmodernismo no se aleja demasiado de la realidad, y tal vez por eso es poco halagüeño. No puede ocultar, de otro lado, que las actitudes que propone ante el avance a toda máquina de la homogenizació n, la miseria espiritual, la perdida de libertades y la legitimación por el mero poder, lo que resulta poco consolador para algunos masones iniciados. Otros masones podrán considerar esta posición como sentimiento nostálgico, pero la perdida de sentido y de objetivos trascendentes, dentro y fuera de la orden masónica, no es casual, sino intencionada, humana en parte y, por ello mismo, reversible.
La trascendencia implicaría abandonarse al poder del sistema sin ninguna entidad mediadora que permita la crítica y con ello el disenso. Claro que salvar la diferencia fomentándola no es lo mismo que defenderla mediante un consenso provisional, que no sea, desde luego, un fin en sí mismo. De este modo, la misma posmodernidad sería un enunciado preformativo, lo que debe ser materia de trabajo masónico en logia abierta.

El Masón.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Promoción en beneficio del presidio politíco en Cuba.



COMUNICATE CON EL PRESIDIO POLíTICO DE CUBA.
Comisión Martiana de Atención al Presidio Político en Cuba.



Los jóvenes que integramos la Comisión Martiana de Atención al Presidio Político en Cuba, invitamos a toda persona u organización a conocer de cerca la realidad existencial de quienes sufren prisión por sus ideas y posturas contestatarias al régimen. Este proyecto les dará la oportunidad de romper la barrera del silencio en la que cientos de hijos de esta tierra están sumidos.

Objetivo:

La iniciativa procura establecer una comunicación franca y fluida a través de la correspondencia, en la cual las partes expongan sin tabúes sus criterios y puntos de vista.

Objetivo Secundario:

Romper el bloqueo informativo y de comunicación entorno al tema y condición de los presos políticos. Concientisar a nuestra sociedad de la responsabilidad, compromisos y retos a asumir ante este fenómeno propio de la intolerancia y ostracismo del régimen que gobierna.

Líneas de Acción:

Los interesados recibirán fichas biográficas de los presos, así como otros materiales donde se reflejen las ideas y labor de los mismos.

La correspondencia llegará a través de los activistas de nuestra org directamente al sistema de carteo de la prisión, o mediante la entrega a los familiares a cargo.



Nota:
Como el objetivo fundacional de nuestra org es recaudar ayuda solidaria de nuestro pueblo para los presos, exhortamos a contribuir -en la medida de lo posible- con recursos económicos y ayuda material en la forma de medicamentos, alimentos, ropa, papel etc. Las contribuciones serán distribuidas por nuestra org con plenas garantías de recibo, o si lo prefiere lo puede hacer llegar directamente a los familiares de las víctimas.

Lilvio Fernández Luís.
Director de la Comisión Martiana de Atención al Presidio Político en Cuba.




Comisión Martiana da atención al presidio político en Cuba.
QUIENES SOMOS Y QUE HACEMOS.

SOMOS:
Una organización sin fines de lucro, netamente humanitaria.
Un grupo de jóvenes activistas de derechos humanos que movidos por la triste situación del presidio político de cuba, y buscando dinamizar el trabajo. Ya hace más de un año decidimos crear esta organización juvenil.

La edad promedio de nuestros activistas es de entre los 18 a 35 años.
Contamos con mas de una docena de integrantes, esparcido por las
Provincias occidentales del país y pretendemos en un futuro inmediato hacer delegaciones en todas las provincias centrales y orientales.

QUE HACEMOS:
Nuestra modesta y humilde labor humanitaria es realizada de manera mancomunada.
Entre todos los miembros, con el fin de rendir al máximo y viabilizar con el día a día
Todas las necesidades y dificultades que puedan presentar los hermanos del presidio político que atendemos

COMO SE HACE:
1ro. Nuestro trabajo es posible, logrando la colaboración y compromiso de personas
activistas o no de derechos humanos de nuestro pueblo. Siendo esta nuestra principal fuente de ayuda material y algo imprescindible, la espiritual, tratando así con un mismo fin cumplir dos objetivos, los de procurar la modesta ayuda material para nuestros
Presos y algo muy importante concientisar a nuestro pueblo de la necesidad de abandonar el desconocimiento de la realidad del presidio político en que el régimen los ha sometido. También estamos abiertos a cualquier ayuda del exterior, aunque no es este nuestro fin.

2do. se realizan visitas mensuales a los familiares a cargo y a los presos siempre que se nos permita la entrada a la prisión. Con el propósito de entregar la ayuda material y saber del estado de preso.

3ro.mantenemos un sistema de aviso coordinado, entre los familiares y los activistas, para en caso de alguna violación o abuso de los derechos de los presos que atendemos. Con inmediatez reportar la denuncia y exigencia del cese de la misma a través de las agencias de prensa independiente de la isla, para hacer público lo sucedido.

4to.con el fin de dinamizar y dar mas trasparencia a nuestro trabajo, realizamos encuentros entre familiares de los presos y algunos penados que estén por diferentes motivos en libertad. Con todo aquel interesado en conocer de los labios de las victimas y protagonistas de la historia de presidio político, sus experiencias. Así como también realizamos grabaciones de estas reuniones y entrevistas a los mismos, para posteriormente ser entregadas a los interesados en el tema.


NOTA.
Para el cumplimiento de lo antes mencionado.
Debemos disponer de ayuda material y económica.

la material consiste en disposición de medicamentos, alimentos, aseo personal y algo de ropa y zapatos.
Equipos digitales, como una LAPTOP, para procesar toda la información, IMPRESORA. para imprimir y posteriormente distribuir toda la información sobre los presos, CAMARA DE FILMACION Y FOTOGRAFIA. para realizar todas las grabaciones y muestras graficas de nuestra labor para ser distribuidas. TELEFONO. para la comunicación directa con los presos desde sus prisiones así como con sus familiares y personas interesadas. MATERIAL DE OFICINA. para nuestro trabajo y también para ser entregado en las prisiones a los presos facilitando así su comunicación a través del carteo con todos los interesados.
AYUDA ECONOMICA con el fin de facilitar el traslado hacia las prisiones sea de sus familiares o de los activistas de nuestra organización, para realizar las compras de lo antes expuesto en el punto A., suplir gastos del servicio telefónico, de los presos y el destinado en la sede de nuestra organización.

FRATERNALMENTE .GRACIAS
Director de la C.M.A.P.P.C. Lilvio Fernández luis

PARA COMUNICARSE LOS INTERESADOS DEBEN HACERLO AL QUE:

Promueve: O.N.G. Identidad por Cuba. E-mail: identidadporcubaong@gmail.com. Blogger: Nueva Masonería por Cuba. http://nuevamasoneriaporcuba.blogspot.com/.


El Masón.







jueves, 23 de octubre de 2008

Propuesta y Campaña Civica "Por una Cuba Martiana".


Señores:
Saludos de paz.

Es un placer dirigirme a Uds. con el fin de presentarles la propuesta que denominamos Por una Cuba Martiana, a la que pretendemos siga una campana cívica, cuyos fines y contenidos a continuación se exponen.


I.- PROPÓSITOS CONCRETOS DE LA PROPUESTA Y DE LA CAMPAÑA CÍVICA “POR UNA CUBA MARTIANA”.

La propuesta y la campaña cívica “Por una Cuba Martiana” persiguen como gran objetivo o propósito concreto:

CONCERTAR PARTICIPATIVAMENTE UN PROYECTO DE NACIÓN QUE, AL GOZAR DE CONSENSO, DETERMINE LOS CAMBIOS QUE ESTIMULEN LA COLABORACIÓN RESPONSABLE DE LOS CIUDADANOS EN SU EJECUCIÓN DESDE LA DIVERSIDAD.

Este proyecto de Nación ha de tener por base doctrinal la eticidad legada por los Padres Fundadores y que fuera reasumida por la denominada Generación del Centenario en su inconcluso proyecto revolucionario.

Su base, contenido y fin jurídico deben ser absolutamente coherentes con la normativa internacional de los derechos humanos.

La institucionalidad, además de asentarse sobre lo anterior, deberá modelarse a partir de las características nacionales actuales y según las experiencias internacionales y nacionales exitosas que posibiliten un Estado moderno, pequeño y eficiente con poderes independientes en su gobierno que impidan todo rasgo de burocratismo, clientelismo, corrupción, discriminación y otras lacras que violan o coartan derechos individuales y frenan el crecimiento del capital social, entendido este último como conjunto de valores compartidos por todo grupo social.

Dicho proyecto, al elaborarse por concertación y lograr posteriormente un alto consenso, permitirá sacar al país de la crisis que ya dura más de 20 años y garantizar además un desarrollo futuro sostenible y sustentable que hagan innecesarias las antiguas y actuales dependencias de nuestro país de terceros así como una verdadera justicia social; equidad; tolerancia; Estado de Derechos Humanos, comprendido como el respeto integro de los derechos y libertades internacionalmente reconocidos, y la práctica de la solidaridad efectiva de los cubanos entre sí y con personas de todas las nacionalidades que la necesiten.


II.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS QUE JUSTIFICAN LA PROPUESTA Y LA CAMPAÑA
CÍVICA “POR UNA CUBA MARTIANA”.

La “…fundación de la nueva república” fue, junto a la independencia de Cuba de España, uno de los “Propósitos Concretos” del Partido Revolucionario Cubano (PRC) organizado por José Martí como puede ser verificado en el artículo 8, punto V, de las “Bases” de dicho Partido (2)

Los rasgos más esenciales del modelo de Nueva República están formulados explícitamente en la obra de nuestros Padres Fundadores, que en la de José Martí encuentran síntesis y compendio. El expresó su esencia al precisar “…pero ya aquello es república. Vive el hombre de su trabajo y piensa por sí.” (3)

Elementos esenciales en la vida y obra de esos Padres son el humanismo, la tolerancia, la opción preferencial por los más desfavorecidos, la igualdad de oportunidades, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, la concepción del desarrollo más allá de la económica, sino entendido como desarrollo humano.

Lo anterior explica por qué la “nueva república” debía construirse sobre la base de lo que el Apóstol precisó como “fórmula del amor triunfante”, muy repetida pero poco atendida, de “con todos y para el bien de todos” y no sobre la base del odio, la coacción y la represión, las divisiones de ningún tipo, ni mucho menos la preponderancia de un individuo o grupo por encima de los demás.

La República, desde 1902 hasta 1958, no satisfizo con la necesaria plenitud las exigencias de dicho modelo y esto explica, y justifica, el que la Generación del Centenario retomara el modelo referido, es decir, los ideales, valores y fines supremos del sueño martiano, en el entorno temporal de su centenario, para no dejarlo morir.

Esos hombres y mujeres del centenario tenían concepciones filosóficas, ideológicas, político-partidistas y religiosas diversas y, a pesar y por encima de ello, se unieron en acciones comunes en pos del propósito históricamente pendiente.

Reencontrarse en ese punto de la unidad de lo diverso en torno a una doctrina y valores compartidos -el ideario martiano- es una demanda, no solo ético-moral, sino pragmáticamente inevitable para lograr reales y efectivas soluciones a nuestra crisis en medio de las actuales divisiones, intolerancias, discriminaciones, odios infundados, violencia, decrecimiento de la riqueza nacional y de la capacidad de su producción tanto en lo material como en lo espiritual.

Sólo la unidad nacional a través del diálogo y la reconciliación, sin excluir la justicia, puede revertir la persistente crisis que amenaza con la destrucción de la Nación después de haber destruido millones de vidas de cubanos. Esta unidad sólo es posible con un proyecto de Nación pensado, actuado y disfrutado por todos y para bien de todos al gozar de amplio consenso y viabilidad.

III.- LA MAYORÍA DE LOS CUBANOS VIVIMOS SOMETIDOS AL TEMOR Y LA MISERIA.

Los cubanos vivimos con el temor de, al levantarnos cada día, recibir la noticia de la desaparición o muerte confirmada de algunos de nuestros familiares o allegados al intentar encontrar fuera lo que en su país no se les brinda. Esta triste realidad está condicionada en primer lugar y esencialmente por políticas públicas inadecuadas y por tanto incapaces de posibilitar la satisfacción de las necesidades y anhelos más elementales de los ciudadanos de a pie.

Demasiados cubanos sufrimos día a día por no poder brindar alimentos, vestido, calzado, vivienda y empleo del tiempo libre adecuados, ni la educación deseada, a nuestros hijos y nietos, es decir a nuestra prole.

Muchos cubanos tememos cada día ser objeto de represión y sanciones por actividades no legalizadas o, en casos hasta violatorias de la ley, a que nos vemos obligados por la insuficiencia de los salarios y pensiones que recibimos en una moneda 25 veces mas débil en poder de compra que aquella en que se ofertan artículos esenciales que no garantiza el injusto racionamiento ya casi cincuentenario.

Gran cantidad de cubanos sufren, además de las excesivas penurias materiales, la miseria humana de mostrar simpatía con lo que realmente rechazan, obediencia a lo que burlan, incondicionalidad a aquello y a aquellos en quienes no creen.

Esto último por el temor de perder sus puestos de trabajo, de ser objeto de marginación social, represión. Por temor a obstruir, o tronchar definitivamente, la aspiración de sus hijos o nietos a determinados estudios o plazas laborales.

Incluso muchos fingen incondicionalidad como vía de poder tener la oportunidad de viajar al exterior y aprovechar para “abandonar el país” dejando atrás el proyecto al que brindaban dicha “incondicionalidad”. Otros simplemente lo hacen como medio de garantizar el permiso de salida de las autoridades cubanas el día que logren una visa de cualquier país.

Muchas miserias y temores más embargan a los que quedamos en la isla. La lista sería interminable. Sirvan los ejemplos expuestos como simple botón de muestra.

Cuba, hasta el momento de la toma del poder del grupo que aun lo detenta, gozaba de un gran crecimiento económico acompañado de graves injusticias.

Hoy, a cincuenta años de aquel hecho, la riqueza nacional se ha reducido a un mínimo; la capacidad de crearla está bloqueada por decisiones del grupo de poder referido y; a muchas injusticias de antes que perduran, o se han agudizado, se suman un gran número de nuevas y diversas.

Prueba de lo anterior es que los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en horas de la madrugada del 26 de julio de 1953 y que causaron numerosas víctimas, recibieron por condena un máximo de 15 años, de los cuales sólo cumplieron 18 meses gracias a una amnistía proclamada por el gobierno de entonces.

Hoy, hombres pacíficos que sólo dijeron verdades, algunas de las cuales la propia oficialidad y los medios bajo su control total reconocen, cumplen condenas de hasta 28 años como resultado de juicios efectuados por tribunales dependientes y parcializados.

Las cárceles en Cuba superan en 14 veces a las existentes en 1959 con una población que desde entonces se ha hecho sólo el doble.

Una diáspora constituida por el 15% de nuestra población produce riquezas en terceros países y no en el propio. Las remesas que envían a sus familiares son diezmadas con un impuesto del 20% al cambio de dólares norteamericanos por el denominado CUC con el que se deben comprar los artículos de primera necesidad. Numerosos ciudadanos califican esto último de robo.

La importación de alimentos para cubrir el injusto racionamiento, ya casi cincuentenario, no tiene justificación en un país que fuera exportador neto de alimentos hasta el momento de la toma de poder de 1959 por los actuales gobernantes. El único límite en ese entonces a la adquisición de alimentos y artículos era la injusta distribución de la riqueza nacional que condenaba a muchos a la pobreza, en casos, extrema.

Actualmente casi todos los cubanos somos pobres tanto material como espiritualmente pues hasta la esperanza han perdido muchos y, en buen cubano, “la esperanza es lo último que se pierde”.


IV.- “CAMBIAR TODO LO QUE DEBA SER CAMBIADO” PERO TENIENDO EN CUENTA QUE
¨APLAZAR NO ES NUNCA DECIDIR”

¨ Debe hacerse en cada momento, lo que en cada momento
es necesario. No debe perderse el tiempo en intentar lo
que hay fundamento harto para creer que no ha de ser
logrado. Aplazar no es nunca decidir, -sobre todo cuando
ya, ni palpitantes memorias, ni laboriosos rencores, ni
materiales y cercanas catástrofes, permiten nuevo plazo.
Adivinar es un deber de los que pretenden dirigir. Para ir
delante de los demás, se necesita ver más que ellos.¨ (4)

Los cambios necesarios, es decir, los que se han de efectuar a conveniencia de los cubanos todos y la Nación, no pueden seguir postergándose.

Los realizados hasta el momento por el grupo de poder están limitados en su impacto benéfico para la generalidad de los cubanos ya que están centrados en, y dirigidos a, las conveniencias de dicho grupo y su objetivo supremo de mantenerse en el poder.

Estos cambios necesarios deben cumplir

TRES EXIGENCIAS MÍNIMAS Y ESENCIALES PARA AJUSTARSE AL PROYECTO DE NACIÓN que con la presente propuesta y la campaña cívica correspondiente nos hemos propuesto elaborar:
1) Perseguir la solución de los problemas que aquejan a la población y comprometen el futuro de la Nación
y no limitarse por satisfacer a moldes o dogmas de naturaleza ideológica, político partidista o de
cualquier otra índole ajenos a nuestras raíces propias.

En este sentido indicó Martí:
“A su pueblo se ha de ajustar todo partido público, y no es la política más, o
no ha de ser, que el arte de guiar, con sacrificio propio, los factores
diversos u opuestos de un país de modo que, sin indebido favor a la
impaciencia de los unos ni negación culpable de la necesidad del orden en
las sociedades – solo seguro con la abundancia del derecho- vivan sin
choque, y en libertad de aspirar o de resistir, en la paz continua del derecho
reconocido, los elementos varios que en la patria tienen título igual a la
representación y la felicidad. Un pueblo no es la voluntad de un hombre
solo, por pura que ella sea, ni el empeño pueril de realizar en una
agrupación humana el ideal candoroso de un espíritu celeste,” (5)

2) Basarse, tener por contenido y perseguir el pleno disfrute de los derechos humanos por todos los cubanos
y extranjeros radicados en Cuba.

Al respecto, peguntó el Apóstol de la independencia y la instauración de la Nueva República:

“¿Haremos los cubanos una revolución por el derecho, por la persona del hombre y su
derecho total, que es lo único que justifica el sacrificio a que se convida a todo un pueblo, y
negaremos al día siguiente del triunfo, los derechos por que hemos batallado?” (6)


Cuba debe llegar a ser un Estado de Derechos Humanos al superar en este campo lo demandado por el conocido como Estado de Derecho.

3) Hacer surgir instituciones democráticas que sustituyan a las actuales que resultan excesivamente centralizadas, estructuradas verticalmente, subordinadas jerárquicamente a un grupo de poder y que sólo transmiten y hacen cumplir las decisiones del mismo y no lo demandado por la voluntad popular.

Los propósitos de justicia social, bienestar material y espiritual, equidad en la distribución de la riqueza nacional - armonizando los intereses individuales con los sociales-, atención debida a los desamparados y desposeídos y que además se procure el cumplimiento real de que se obtenga “de cada cual según su capacidad” y se garantice “a cada cual según su trabajo”, esfuerzo e iniciativas personales, no son patrimonio exclusivo de socialistas, “revolucionarios” o comunistas.

También los que desde diversidad de ideas y pertenencias contribuyeron a elaborar la presente propuesta, así como los que promovemos la campaña cívica correspondiente, y los que nos adherimos a ella, compartimos estos anhelos aún cuando discrepamos de los caminos de alcanzarlos que siguen, proponen o imponen los gobernantes actuales y sus incondicionales.

Aclaramos que no tenemos nada en contra de mantener, pero creemos se deben mejorar, lo que la oficialidad y sus seguidores denominan indistintamente “logros de la revolución” o “logros del socialismo” y que consideramos son en realidad un logro de todos los cubanos y sólo sus insuficiencias se deben a la indebida ingerencia en sus sistemas de criterios político partidistas y a malas decisiones gubernamentales.

Es hora de atender al llamado martiano: “...y las cosas públicas en que un grupo o partido de cubanos ponga las manos (…) no sólo son suyas, y de privilegiada propiedad, tan nuestras como suyas”. (7)


V.- PROPUESTAS DE CAMBIOS NECESARIOS.


ÍNDICE.

1.- Agricultura y alimentación.
2.- Vivienda.
3.- Transporte público de pasajeros.
4.- Autoempleo y microempresas. Mercado informal y delitos económicos.
5.- Educación.
6.- Derechos de los trabajadores.
7.- No a la excesiva centralización.
8.- Constitución y Poderes.
9.- Justicia y legalidad.
10.- “! No más presos políticos ni más exiliados…!”



1.- AGRICULTURA Y ALIMENTACION.

“…la única riqueza inacabable de un país consiste en
igualar su producción agrícola a su consumo.” (8)

A pesar de que la letra constitucional dice que nuestra vida como república esta guiada “…por el ideario de José Martí”, la advertencia que inicia este acápite, como tantos otros preceptos básicos de la “Nueva República” han sido ignorados a lo largo de nuestra historia por intereses siempre parciales de grupos o partidos.

El monopolio de la tenencia y la explotación deficiente asociada a la excesiva centralización en las decisiones sobre el uso de gran parte de las tierras por parte del Estado han sido las causas que han convertido al país en un importador neto de alimentos y otros productos agrícolas.

Las demandas alimenticias básicas de la población, sobre todo de los ciudadanos de a pie, no son cubiertas satisfactoriamente debido a la carencia de muchos productos agrícolas, pródigamente producidos antes de la década de los sesenta, y por los elevados precios de los pocos ofertados.

La propiedad y las decisiones en el sector, excesivamente centralizadas y decididas por quienes están divorciados de la realidad concreta y local en este campo, violan la sabia advertencia martiana, avalada por la práctica en todos los países y en todos los tiempos:

“La tierra es la gran madre de la fortuna (…)
De la independencia de los individuos depende la grandeza
de los pueblos. Venturosa es la tierra en que cada hombre
posee y cultiva un pedazo de terreno.” (9)

En el alegato “La historia me absolverá” fue prometido a los cubanos:

“Un gobierno revolucionario, después de asentar sobre sus parcelas con
carácter de dueños a los cien mil agricultores pequeños que hoy pagan
rentas, procedería a concluir definitivamente el problema de la tierra,
(…); segundo: repartiendo el resto disponible entre las familias campesinas
con preferencia a las más numerosas, fomentando cooperativas de
agricultores para la utilización común de equipos de mucho costo,
frigoríficos y una misma dirección profesional técnica en el cultivo y la
crianza y facilitando, por último, recursos, equipos, protección y
conocimientos útiles al campesinado.” (10)

El anuncio de que serán entregadas tierras en usufructo a quienes se dispongan a explotarlas puede interpretarse como una medida destinada a reducir actuales importaciones pero no como una solución que se avenga a lo expuesto en la cita anterior de la Historia me Absolverá ni que acerque lo necesario a la Nación a su Frontera de Posibilidades de Producción en este campo.

No provocará la medida referida el impacto económico necesario de dar de comer adecuadamente a todos los habitantes a los más bajos precios posibles y además crear industrias de procesamiento de materias primas que potencialmente pueden, no sólo sustituir importaciones actuales, sino además crear renglones exportables a partir de los excedentes del consumo nacional.

La propiedad de las tierras a quienes la trabajen es condición deseada popularmente e imprescindible para que, más allá de solucionar una contingencia de interés del Estado, sea un paso realmente en el camino de dar soluciones viables, sustentables y sostenibles a la actual crisis que ya dura más de 20 años.

Esta última afirmación está probada en Cuba por el “criterio supremo y único de la verdad” que constituye la práctica histórico-social en la isla. Esto, y sólo esto, hará congruente el actuar gubernamental con lo expresado por el Apóstol al referirse a un hombre sin propiedad de la tierra:

“El no tiene tierra propia que labrar, y le estimule a cultivarla
con esmero para legarla después con un nombre honrado a
sus hijos.” (11)

Legarla a los hijos que se dispongan a continuar labrándola. A quienes no lo decidan, pague el Estado su valor -respetando así el derecho a la herencia- y revéndala a quien la quiera seguir labrando para su bien propio y el común.

Después de llevar al país a una casi total incapacidad de producir alimentos y otros productos agrícolas por los ineficientes mecanismos estatalizados y las restricciones a los productores y comercializadores privados por cincuenta años, es hora de realizar los cambios necesarios en la agricultura cubana que traigan de vuelta la eficiencia y los volúmenes de producción per capita de las décadas anteriores a 1959.

No se trata de reproducir las injusticias y el abandono que sufrió la población campesina ni de mantener las que aún pudieran persistir. Se trata simplemente de respetar sus derechos a la propiedad según la normativa internacional de los derechos humanos, de respetar su cultura productiva, su consagración a la madre naturaleza, su esencial aporte al bien común y con ello hacer realidad la promesa no cumplida aún de:
“Cuba podría albergar espléndidamente una población tres veces mayor; no
hay razón, pues, para que haya miseria entre sus actuales habitantes. Los
mercados debieran estar abarrotados de productos; las despensas de las
casas debieran estar llenas: (…) Lo inconcebible es que haya hombres que
se acuesten con hambre mientras quede una pulgada de tierra sin
sembrar;” (12)

El aumento de la productividad y la producción agrícola traerá como consecuencia una disminución de los precios de sus productos y derivados en el mercado, lo que a su vez se manifestará como un mayor poder adquisitivo real de la moneda en que se paga a los trabajadores cubanos en su mayoría.

El aumento de dicho valor adquisitivo disminuirá la desmedida brecha entre la moneda nacional y las otras circulantes, lo que favorecerá la eliminación de la dualidad monetaria que preocupa y ocupa a la oficialidad y los disidentes por igual.

Economistas de todas las ideologías y pertenencias coinciden en esto. ¿Podrán todos estar equivocados y tener razón quienes no se deciden, aún pudiendo, a dar el paso en la dirección que indican las fuentes nutricias de lo que debe ser la República de Cuba, la experiencia histórica nacional y los inspiradores de lo que dicen que aún es la Revolución cubana?

2.- VIVIENDA.

En el Folleto Informativo No. 21 de la Lista de Publicaciones de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas se define como “vivienda adecuada” :

“…disponer de un lugar donde poderse aislar si se desea, espacio adecuado,
seguridad adecuada, iluminación y ventilación adecuadas, una
infraestructura básica adecuada y una situación adecuada en relación con
el trabajo y los servicios básicos, todo ello a un costo razonable” (13)

Fidel Castro Ruz aseveró durante su defensa en el juicio por los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en 1953:

“…lo ideal en la ciudad es que cada familia viva en su propia
casa o apartamento. Hay piedra suficiente y brazos de sobra
para hacerle a cada familia cubana una vivienda decorosa.
Pero si seguimos esperando por los milagros del becerro de
oro, pasarán mil años y el problema estará igual” (14)

Siguen habiendo en Cuba “… piedra suficiente y brazos de sobra…” pero millones de cubanos no tenemos el derecho a una “vivienda adecuada” satisfecho a 55 años de pronunciarse la anterior aseveración.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?

Como se expone en la “Petición de ciudadanos cubanos sin el derecho a una vivienda adecuada satisfecho”, entregada a las autoridades el 16 de enero del 2008, entre las causas cuentan:

* Insuficiente ritmo constructivo, de mantenimiento y reparación de viviendas por parte de las entidades estatales, incluido en ello la modalidad de micro brigadas sociales.
* Prohibición de la venta y compra de viviendas por particulares nacionales.
* Centralización, limitaciones legales, excesivos burocratismo y corrupción en las tramitaciones legales que autorizan (mas bien impiden o limitan) el desarrollo de iniciativas de individuos o grupos para la construcción, la ampliación, el mantenimiento o la reparación de viviendas y elementos infraestructurales asociados a ellas.
* Escasez y carestía de los materiales y medios de construcción a la par de lo cual se exportan recursos de este tipo producidos nacionalmente con fines de lucro o ejercicio de la solidaridad, lo que incrementa las limitantes de satisfacción de este derecho a los nacionales.
* Incorrecta asignación, uso ineficiente y corrupción en el manejo de los materiales y medios destinados a fines constructivos por iniciativa individual, por parte de funcionarios de entidades estatales.
* Prioridad en la asignación por venta o donación de materiales y medios constructivos a quienes manifiestan una supuesta incondicionalidad al régimen y su gobierno, lo que implica discriminación de facto contra los que no siente o, al menos no manifiestan, tal incondicionalidad.

Debe destacarse que es la imposibilidad de satisfacer esta necesidad elemental (básica) una de las muchas razones que hace decidir a miles de cubanos a emigrar o, al menos intentarlo, por múltiples vías, aún con riesgo de la propia vida.

También ocurren continuas violaciones del derecho a la vivienda en el marco de los desalojamientos forzosos realizados o tolerados por el Estado.

Según la resolución 1993/77: “…la práctica de los desalojamientos forzosos constituye una violación grave de los derechos humanos, en particular del derecho a una vivienda adecuada.”

Entre los ACTOS Y OMISIONES QUE CONSTITUYEN POSIBLES VIOLACIONES DEL DERECHO A UNA VIVIENDA ADECUADA cuentan:

a) “…la discriminación racial o de otro tipo en la esfera de la vivienda.”
Carlos Lage Dávila, entonces vicepresidente del Consejo de Ministros, manifestó públicamente que según los planes gubernamentales, las viviendas y los materiales constructivos serían entregados y asignados en venta por méritos revolucionarios. ¿Y el derecho de los ciudadanos que no sean, o finjan ser, revolucionarios?

b) “…demolición o destrucción de viviendas como medida punitiva”
Numerosos son los casos en que se han demolido o destruido viviendas después de realizados desalojamientos forzosos por parte de funcionarios de las Direcciones de la Vivienda acompañados por agentes del Ministerio del Interior.

c) “El hecho de que un número significativo de personas no dispongan de
albergue o vivienda, a un nivel mínimo básico.”

Las condiciones de vida en muchos albergues son deplorables. Muchos ciudadanos llevan hasta cerca de dos décadas viviendo en esas condiciones y no se conoce de plan gubernamental viable y urgente para la solución acelerada del problema mientras cada día, el tiempo y la falta de mantenimiento, disminuyen el fondo habitacional de la isla.

LAS PROPUESTAS CONTENIDAS EN LA REFERIDA PETICIÓN CIUDADANA, coherentes con la resolución 14/6 de la Comisión de Asentamientos Humanos de UN, incluyen:

· El cese inmediato de las exportaciones de medios y materiales constructivos que no constituyan excedentes de la demanda interna real y su asignación para el consumo interno del país.
· Que sean ajustados los precios de los medios y materiales de construcción con el fin de hacerlos asequibles al pobre poder adquisitivo de los salarios pagados a los trabajadores en moneda nacional.
· Reducción de los trámites burocráticos y las prácticas de corrupción en todo lo concerniente a esta esfera, comenzando desde los niveles más altos de las instituciones correspondientes.
· Despolitizar los criterios de asignación de medios, recursos y los propios inmuebles a la población, dejando que sólo dependan de los recursos honestamente adquiridos por los individuos y de los esfuerzos personales de los Sin Casa, quedando el Estado, sus instituciones, a cargo solamente de los denominados casos sociales.
Impuestos adecuados y crecientes a quienes posean recursos suficientes pueden ser
fuentes de fondos para cubrir en parte los gastos destinados a dichos casos sociales.
· Crear el propio Estado, con capital compartido o con donaciones, zonas residenciales con la urgencia requerida y sin descuidar por ello la calidad, para hacer posible la venta, o asignación en los casos sociales, de terrenos destinados y aptos para la construcción de viviendas decorosas y conforme a planes de urbanización que detengan el actual caos en este asunto.
· Establecer de nuevo el puesto laboral de “encargados” de edificios múltiples y que perciban salarios acordados con los vecinos y, en los casos posibles, una vivienda en alguno de los edificios atendidos.
· Agilizar los trámites, aliviar la carga fiscal y el número de pasos burocráticos para la entrega de permisos de construcción, ampliación, mantenimiento o reparación de viviendas.
· Crear los marcos legales e institucionales que permitan operar a las brigadas (microempresas) integradas por particulares, conocidos en nuestro país como “contratistas”, para los fines constructivos bajo libre contrato con los demandantes de sus servicios.
Se les debe facilitar a estas entidades la posibilidad de efectuar compras a precios mayoristas de sus medios de trabajo e insumos para sus labores.
· Levantar las prohibiciones de venta y compra de inmuebles por particulares nacionales en los casos en que el interés social no prime sobre tales transacciones y así hacer cumplir todos los aspectos del derecho de propiedad, hoy limitado en exceso desde la propia ley y en las prácticas sociales.
· Que sean concedidos préstamos bancarios, con intereses razonables y los más prolongados plazos de amortización posibles, con fines de construcción, reparación, ampliación o mantenimiento de viviendas.
· Autorizar la entrega de licencias para todas las actividades que por la modalidad de autoempleo (cuentapropistas) se relacionen con la solución del problema de la vivienda y los elementos infraestructurales asociados a este.

A las que proponemos añadir que; más que legislaciones limitantes y represión contra los inmigrantes internos desde los campos a las ciudades y del interior a las capitales, en particular la del país; se tenga en cuenta lo recomendado en la Moción Ciudadana sobre Derechos Humanos en Cuba presentada a las autoridades cubanas en enero del 2005(página 11):

- “Procurar que, más que regulaciones legales y administrativas, sea la creación de condiciones de vida adecuadas y la igualdad de oportunidades las que hagan disminuir el flujo migratorio hacia las ciudades, en particular, hacia la capital del país.” (15)


3.- TRANSPORTE.

Desde el 29 de noviembre de 1996 se está pidiendo a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) que legisle y promulgue la creación de los marcos legales e institucionales que permitan la integración de COOPERATIVAS DE ÓMNIBUS NACIONALES, como alternativa que puede aliviar, y hasta incluso solucionar, este problema de forma eficiente, sostenible y sustentable.

Tres elementos fundamentales favorecen la adopción de la forma cooperativa en este servicio público, a saber:

1ero. Ser una forma de propiedad SOCIALISTA y por tanto compatible con los fundamentos ideológicos y económicos del sistema socioeconómico vigente en el país.

2do. Su viabilidad legal, ya que esta forma es aceptada por la Constitución vigente.

3ero. La forma cooperativa del transporte público de pasajeros constituye una experiencia histórica cubana hasta entrados los años de la década de los 60s, que fue capaz de brindar, entre otros: seguridad y confort durante los viajes, frecuencia y cobertura estables, correcta asignación y alta eficiencia en el uso de los recursos humanos y físicos, precios asequibles a la mayoría de la población y todo esto sin explotación del trabajo ajeno por coincidir en los mismos empleados, los propietarios y los trabajadores del sector.

Se han dado múltiples respuestas formales a la petición por parte del Ministerio del Transporte (MITRANS), de la ANPP, del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, pero a pesar de ellas nada se ha hecho al respecto en pos de solucionar adecuadamente esta situación que afecta a millones de cubanos de a pie.

En la primera entrevista en el MITRANS, en febrero del 1997, se le sugirió a la ANPP a través del funcionario encargado de atender al ciudadano proponente que se hiciera un pilotaje en alguna zona para tomar experiencias antes de generalizar la propuesta.

A casi doce años de desoír las autoridades la propuesta, a pesar del amplio consenso de que goza la misma entre la población y hasta entre funcionarios e incondicionales, sólo queda pensar que ello está determinado por partir la propuesta inicial de un disidente. Si esto fuera así me permito recordar, a los que con su indecisión de aplicar incluso una medida socialista prolongan el sufrimiento de nuestro pueblo, que José Martí nos dejo dicho:

“Cuando se aduce un argumento no se demuestra que sea malo porque lo
sea quien lo presenta, sino porque en el no hay razón.” (16)


4.- AUTOEMPLEO Y MICROEMPRESAS. MERCADO INFORMAL Y DELITOS
ECONÓMICOS.
“Créese riqueza pública, protéjase el trabajo individual; así,
ocupadas las manos, anda menos inquieta la mente.” (17)

Los tolerables niveles de vida que tuvimos los cubanos hasta la caída del bloque socialista fueron posibles por los subsidios procedentes del mismo y no por un desarrollo económico real resultado del accionar de las fuerzas productivas y otros elementos de la economía nacional.

La gestión económica del gobierno hasta la actualidad muestra como saldo una total incapacidad de satisfacer lo demandado por el artículo 25 punto 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) y el 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Cuando el gobierno cubano ejecutó la denominada “Ofensiva revolucionaria” en 1968, coronó el desmantelamiento de lo que fuera una próspera economía basada en el respeto del derecho a la propiedad, el esfuerzo y la iniciativa individual de las personas, sustituyéndola por otra ajena totalmente a nuestra idiosincrasia; planificada y dirigida centralizadamente y que, determinada por el voluntarismo y la improvisación, privó al ciudadano del derecho de practicar de forma independiente las capacidades productivas de creatividad e inversión de las que está dotado de forma natural.

El absoluto dominio de la economía por el Estado, incluyendo el de los pequeños establecimientos de producción y servicios dispersos por todo el territorio nacional, dificulta el control administrativo eficiente lo que, junto a la ausencia o limitaciones extremas a los derechos de propiedad y libre iniciativa, estimulan la corrupción a gran escala y un extendido mercado informal (bolsa negra) que se acompaña de graves daños morales, priva al presupuesto estatal de fuentes de ingreso e impide la generación de empleos legalmente validados.

Lo último expuesto constituye una de las causas que explican el desmedido número de cárceles y presos por delitos económicos existentes en el país así como el continuo éxodo de cubanos que no tienen precedentes históricos, con excepción del ocurrido durante el totalitarismo de la época colonial.

La creación de los marcos legales e institucionales que posibiliten, más que obstaculizar o impedir como ahora ocurre, el ejercicio del autoempleo y el surgimiento de micro, y hasta pequeñas empresas, bajo condiciones de protección de los empleados en ellas, reducirían de facto el desempleo y sobre todo el subempleo actuales, harían crecer exponencialmente el valor añadido con la prestación de sus servicios y la creación de bienes demandados por la población, reducirían los motivantes de violaciones de las normas ético morales y jurídicas, tan abundantes en la actualidad, y harían crecer el producto interno bruto acompañado de un mayor impacto social directo sobre la población de a pie que el hasta ahora logrado con los crecimientos, muy anunciados pero poco sentidos, de años recientes.

Por otro lado, y a mediano plazo, se reducirían los precios de estos productos y servicios por la legalización y el aumento de su oferta, se elevaría su calidad por efectos de la competencia y se lograría una real protección al consumidor, que, en conjunto, llevarían a un mayor poder adquisitivo real de la moneda nacional y mayor estímulo a los creadores de riquezas, entre otros muchos posibles beneficios.

El ejercicio del autoempleo y el desarrollo de las micro, medianas y pequeñas empresas por particulares en la economía nacional contribuirá a que la persona humana sea protagonista y destino del proyecto económico de la Nación y no un ente pasivo de la misma. Téngase en cuenta la realidad descrita en:

“La independencia de los pueblos y su buen gobierno vienen sólo cuando
sus habitantes deben su subsistencia a un trabajo que no está a la
merced de un regalador de puestos públicos, que los quita como los da y
tiene siempre en susto,(…) a los que viven de él. Esa es gente libre en el
nombre; pero en lo interior, ya antes de morir, enteramente muerta.” (18)

Estos cambios necesarios harán disminuir significativamente el mercado informal al absorber el legal a sus actores y, simultáneamente, este será un factor decisivo, y más efectivo que las disposiciones y la represión, en la disminución del número de condenados por delitos económicos y el de establecimientos en que cumplen sus condenas.

Sólo con la inclusión de lo propuesto en el proyecto económico de la Nación se hará realidad en la práctica, mas allá de la retórica del discurso, la igualdad de oportunidades sin exclusiones ni privilegios por ideas o pertenencias, que posibiliten la efectiva observancia y el debido respeto a los derechos y las libertades demandadas por la normativa internacional de los derechos humanos, en particular las económicas.

5.- EDUCACIÓN.
“Es criminal el divorcio entre la educación que se
recibe en una época, y la época.”. (19)

Es encomiable que los cubanos podamos brindar acceso a todos nuestros niños a la instrucción elemental y que la misma sea obligatoria.

Resulta bueno que muchos de nuestros adolescentes y jóvenes puedan acceder a la instrucción técnica y profesional.

Gran número de centros universitarios permiten acceder a muchas personas a estudios de este nivel.

No obstante lo anterior, la excesiva intrusión de lo político y lo ideológico en el trazado de las estrategias y la ejecución concreta del proceso docente educativo, lo convierte en un mecanismo de control y adoctrinamiento de los educandos, desatendiéndose de esta forma el cumplimiento del encargo social a dicho sistema acorde a las directrices de la UNESCO.

Al respecto puede consultarse el documento de la UNESCO titulado “La Educación Encierra un Tesoro” y compararse con las pretensiones formales y resultados prácticos del sistema educativo cubano.

El control total del sistema educativo por parte del Estado, lleva a que la sociedad quede excluida de participar en su diseño, ejecución y control. Esto explica la aceptación, por resignación ante la falta de alternativas, de los planes de becas y la realización obligatoria de faenas agrícolas en condiciones de vida no siempre adecuadas para los educandos e incluso para docentes.

Los programas y objetivos de los ministerios de educación exigen, de forma explícita en unos casos o por exigencias no escritas en otras ocasiones, la formación en supuestos valores incompatibles con la concepción universalmente validada de los mismos y plasmadas en documentos diversos de la normativa internacional de los derechos humanos.

Ejemplos de lo anterior son la denominada “intransigencia revolucionaria”, “incondicionalidad al partido” y otros que , por excluyentes y contrarios a la tolerancia y los derechos y las libertades ajenas, obstaculizan el anhelo expresado en la DUDH de “ …la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y grupos étnicos o religiosos” y la debida convivencia civilizada por encima de todo otro diferenciante como pueden ser las distintas opciones filosóficas, ideológicas o políticas de los individuos en la sociedad.

La DUDH en su artículo 26, inciso 2, expresa “La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales”. En las escuelas cubanas se hace referencia a algunos de los artículos, o a aspectos de algunos de los artículos, pero se omite la presentación de ellos en su totalidad.

A pesar de que se anunció la firma por el gobierno cubano de los pactos internacionales de derechos civiles y políticos y el de derechos económicos, sociales y culturales, ninguno de ellos ha sido dado a la publicidad por los medios de comunicación social controlados todos por el Estado.

En Cuba todos los padres tienen coartado el derecho a “escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos” dado que la ley impide la coexistencia de escuelas privadas con las estatales.

Pasos que perfeccionarán el sistema educativo, para hacerlo capaz de servir a la persona humana y la Nación, incluyen:

*Eliminar los criterios políticos e ideológicos en la concepción, el trazado, la ejecución y el control de los objetivos, métodos y acciones del sistema educativo cubano, abriendo espacios de participación de la sociedad en su funcionamiento y desarrollo.

Solo esto eliminaría las violaciones en Cuba de lo demandado por la “Convención Relativa a la Lucha contra la Discriminación en la esfera de la Enseñanza” adoptada el 14 de diciembre de 1960 por la Conferencia General de la UNESCO.

*Elevar los salarios y otras formas de compensación de los docentes y otros trabajadores de la educación, así como mejorar sus condiciones de trabajo y elevar el reconocimiento social a los mismos. Se cumpliría de esta forma con:

“Pero el alma de la enseñanza es el maestro, y a los educadores en Cuba se les paga
miserablemente; no hay, sin embargo, ser más enamorado de su vocación que el
maestro cubano. ¿Quién no aprendió sus primeras letras en una escuelita pública?
Basta ya de estar pagando con limosnas a los hombres y mujeres que tienen en sus
manos la misión más sagrada del mundo de hoy y del mañana, que es enseñar.
Ningún maestro debe ganar menos de doscientos pesos, como ningún profesor de
segunda enseñanza debe ganar menos de trescientos cincuenta, si queremos que se
dediquen enteramente a su elevada misión, sin tener que vivir asediados por toda
clase de mezquinas privaciones.” (20)

*Abrir la oportunidad de cursar estudios de niveles medio, técnico profesional y universitario a todos los individuos acorde a sus meritos académicos acompañados de conductas sociales ajustadas a normas internacionalmente validadas e independientemente de sus ideas y pertenencias políticas, ideológicas, religiosas o diferenciantes de otra índole.

*Permitir la coexistencia de escuelas, incluidas las de estudios superiores, atendidas por instituciones religiosas o fraternales con las estatales como vía de satisfacer lo demandado por el punto 3 del artículo 26 de la DUDH y el artículo 13, punto 3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.


6.- DERECHOS DE LOS TRABAJADORES.

A pesar de que la ley cubana prevé garantías de adecuadas condiciones de trabajo y de que existen estructuras y regulaciones que deben velar por las mismas, estas no son brindadas a los trabajadores en la práctica en muchos puestos laborales. En esto, son factores condicionantes decisivos las objetivas pobres condiciones y capacidades económicas en que sobrevive el país.

Lo anterior es complementado por el elemento subjetivo constituido por la total incapacidad de las estructuras sindicales oficiales de reclamar tan importantes condiciones.

Oficialmente se insiste en el complemento salarial que constituyen el que no se cobre en el momento de recibir los servicios de los sistemas educativo y de salud, así como la universal seguridad social, el subsidio estatal a los pocos productos ofertados en la canasta básica racionada y otros servicios públicos bajo control estatal.

A pesar de lo anterior, los salarios resultan totalmente insuficientes para satisfacer las necesidades básicas dado el alto costo de la vida y la devaluación de la moneda en que se paga a los trabajadores frente a aquella en que se ofertan la casi totalidad de dichos productos básicos.

Los salarios no se corresponden con el aporte económicos de los trabajadores. No satisfacen lo demandado por el artículo 23-3 de la DUDH, ni con los artículos 7 y 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Los servicios subsidiados por el Estado (con los recursos producidos por los propios trabajadores que reciben dichos servicios) no satisfacen las demandas conforme al derecho natural en unos casos, y conforme a las potencialidades de la nación en otros. En ambos, la excesiva interferencia de criterios ideológicos y políticos en las estructuras técnicas de prestación de dichos servicios es causa fundamental de sus deficiencias o limitaciones.

A los trabajadores no se les reconoce el derecho a crear sindicatos y asociaciones independientes del Estado. Se violan así, desde la legalidad y la institucionalidad, los artículos 20-1 y 23-4 de la DUDH así como las regulaciones sobre este asunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en especial los Convenios 87 y 98 de esta.

La mayor parte de los trabajadores se encuentran contratados en establecimientos de “propiedad estatal socialista” (artículo 15 de la Constitución) y, al ser el Estado el que “administra directamente los bienes que integran la propiedad socialista de todo el pueblo” (artículo 17 de la Constitución), se llega entonces a la dual función de Estado-Patrón, ante la cual, el sindicato único permitido, se reduce a simple polea de transmisión y defensa de los intereses del Estado totalitario y no de los trabajadores.

Se mantienen los mecanismos de compulsión y coerción que obligan a los trabajadores a pertenecer al sindicato único y oficial con lo que es violado el punto 2 del artículo 20 de la DUDH.

La pertenencia al dicho sindicato único es además una de las vías de acceso a prebendas, reconocimientos y beneficios sociales y económicos no asociados al mayor o mejor aporte al bien común. Son numerosos los casos de trabajadores que han sido emplazados y hasta despedidos por no asociarse al sindicato oficial.

El derecho a la huelga no es reconocido. Cualquier intento en este sentido puede ser contemplado dentro del artículo 220.1 del Código Penal , según el cual se sanciona con ¨privación de libertad de seis meses a dos años o multa de doscientas a quinientas cuotas o ambas a el que, a consecuencia de incumplir con las obligaciones que le están impuestas por razón del cargo, empleo, ocupación u oficio que desempeñe en una entidad económica, en especial, las obligaciones relacionadas con el cumplimiento de normas o con la disciplina tecnológica, ocasione un daño o perjuicio considerable a la actividad de producción o prestación de servicios que en la misma se realiza…”.

Los convenios colectivos de trabajo muestran contenidos que ratifican la ya señalada subordinación de la CTC al Estado –Patrón, pues se orientan fundamentalmente a lograr el cumplimiento de las metas gubernamentales de producción y servicios y simultáneamente ignoran los intereses reales de los trabajadores.

El Estado impide la satisfacción del derecho a la libre contratación y a recibir el pago directo de los empresarios extranjeros a los trabajadores cubanos dentro del territorio nacional. Es además el único contratista de nacionales cubanos para trabajar en el exterior. Todos estos mecanismos refuerzan el control político sobre los ciudadanos.

Un proyecto de nación centrado en la persona humana y sus derechos inalienables debe incluir el reconocimiento de sindicatos de trabajadores y otras instituciones profesionales independientes según los derechos refrendados por la normativa internacional de derechos humanos. (Artículos 20-1 y 23-4 de la DUDH, así como del artículo 8 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales).

Los convenios colectivos de trabajo deben reflejar las propuestas de los trabajadores inherentes a sus propios intereses sin que medie coacción de tipo alguno.

Debe permitirse la libre contratación en el interior y el exterior del país y eliminar los condicionamientos y exigencias políticas en todos los casos de contrato laboral.

Las condiciones de trabajo, así como la remuneración a los trabajadores, deben resultar satisfactoria y equitativas para que así brinden la posibilidad real de disfrutar de “… un nivel de vida adecuado…” según es demandado por los artículos 23-3 y 25 de la DUDH, así como los 6, 7 y 11 del Pacto Internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales.


7.- NO A LA EXCESIVA CENTRALIZACIÓN.


“… el Gobierno que con una centralización absoluta destruya
ese franco desarrollo de la acción individual, y detenga la
sociedad en su desenvolvimiento progresivo, no se funda en la
justicia y en la razón, sino tan sólo en la fuerza.”(21)

La excesiva centralización en manos del expresidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Secretario General de PCC, y en las del grupo de poder sucesor más recientemente, es uno de los rasgos esenciales del gobierno del país en los últimos cincuenta años.

Esta excesiva centralización, como señaló Ignacio Agramante en su discurso del 22 de febrero de 1862, ha sido la causa primera y única de la fusión de los tres poderes públicos (legislativo, ejecutivo y judicial) en un individuo o grupo de poder de la que han derivado:

*La institucionalización y el carácter sistemático de las violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba, en particular y con énfasis en las libertades de opinión, expresión, reunión y asociación y la de prensa, al estar ausentes la armonía y compensación que deben acompañar a la separación e independencia de estos poderes.

Ello se acompaña de la ausencia o ineficiencia de mecanismos de defensa de los derechos violados, la debida indemnización de las víctimas y la sanción en justicia a los violadores.

*La reducción del desempeño de los funcionarios públicos y las organizaciones de la sociedad civil a simples poleas transmisoras de la voluntad de los jerarcas y al control de toda la vida social, incluida la familiar y la privada, e incluso a la ejecución de acciones represivas.

*El excesivo número de empleados públicos ha hecho realidad lo advertido por Ignacio Agramante:

“… a pesar del gran número de empleados que requiere la
dicha administración, los funcionarios no tienen tiempo
suficiente para despachar el cúmulo de negocios que se
aglomeran en el Gobierno por su intervención tan peligrosa
como minuciosa en los intereses locales e individuales, y de
aquí demoras harto perjudiciales, y lo que es peor aún, su
despacho, tras dilatado, es encomendado por su número a
subalternos, cuya impericia o falta de conocimientos locales no
ofrecen garantía alguna de acierto.”(22)

Esto ha sido, y es, el caldo de cultivo idóneo para el crecimiento desmedido y generalizado de la corrupción, el clientelismo, el nepotismo, las falsas informaciones, la sustitución de los más capaces por los más “incondicionales”, entre otras muchas lacras que podrán convenir a un grupo de cubanos, pero nunca a la Nación.

*La irrupción improcedente de lo ideológico y lo político en el sistema educativo, lo que lo ha convertido en un herramienta de propaganda y control social más que uno para satisfacer lo demandado por el artículo 26-2 de la DUDH y el 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Esta concentración, en una persona o grupo de ellas, de todo el poder real del país imposibilita considerar a Cuba como una República como dice la letra de la Constitución que debía ser.

La concentración de las atribuciones constituyentes, legislativas ejecutivas y judiciales en la Asamblea Nacional del Poder Popular no corresponden en modo alguno a un sistema republicano de gobierno, ni es en lo absoluto democrático al excluir toda posibilidad de participación popular real en las decisiones sobre las vidas individuales y la social ante un gobierno excesivamente centralizado, unívoco y autoritariamente determinante de las vidas y actos de los ciudadanos, so pena de marginación social y represión a todo disidente.

No es posible olvidar que la Nueva República que diseñó Martí no puede dejar de tener en cuenta que “Una de las bases de un buen gobierno (…) es la de la independencia interior de sus organizaciones, ajustables así a lo particular y local…” (23)

Sigue siendo válido lo advertido hace medio siglo:

“En un palacete de la Quinta Avenida, estos ministros pueden
charlar alegremente hasta que no quede ya ni el polvo de los
huesos de los que hoy reclaman soluciones urgentes. Y en el
mundo actual ningún problema social se resuelve por
generación espontánea.” (24)


8.- CONSTITUCIÓN Y PODERES.

a) CONSTITUCIÓN.

“… en el palacio de nuestra ley ajustemos las leyes de nuestra
tierra a su composición histórica,” (25)

Desde su Preámbulo, la Constitución actual niega el modelo de Nueva República al asegurar que la misma ha sido elaborada “guiados por el ideario de José Martí y las ideas político-sociales de Marx, Engels y Lenin.”

Es el propio José Martí quien nos advirtió reiteradamente la improcedencia de acudir a doctrinas extranjeras para nuestros diseños y actuar nacional, como es el caso por ejemplo de:

“No han entendido que la política científica no esta en aplicar a un pueblo,
siquiera sea con buen voluntad, instituciones nacidas de otros
antecedentes y naturaleza, y desacreditadas por ineficaces donde parecían
más salvadoras; sino en dirigir hacia lo posible el país con sus elementos
reales.” (26)
y tambien:
“desde sus raíces se ha de constituir la patria con formas viables, y
de sí propia nacidas,” (27)

Inspirarnos en Martí, concebido como compendio y síntesis de nuestros padres fundadores, tomando lo mejor del pensamiento y las experiencias exitosas, nacionales e internacionales, y en la normativa internacional de los derechos humanos, es suficiente.

Preferenciar desmedida e impositivamente esta o aquella doctrina extranjera en el diseño nacional es negar, de jure y de facto, el ideario martiano.

El artículo 5 de la Constitución impide a los cubanos que no militan en el PCC el pleno disfrute de derechos como los refrendados en los artículos 7 inciso C del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, pues, solo militantes o al menos incondicionales, pueden acceder a mejores puestos de trabajo así como los artículo 13.2, 13.3 y 13.4 del mismo documento al otorgarse carreras por integración y no “sobre la base de la capacidad de cada uno” y la imposibilidad de los padres de escoger el tipo de educación deseada para sus hijos, entre otros.

De acuerdo a lo ejemplificado los cubanos que no militan en el PCC o manifiestan incondicionalidad al mismo sufren trato diferenciado o discriminación por su opinión u opción política con lo que se viola lo reconocido en el punto 2 del artículo 2, parte II del pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales.

El carácter rector de la sociedad indebidamente asumido por el PCC viola del pacto internacional de derechos civiles y políticos los artículos 2.1, el 3 y el 18 al ser coartadas las libertades de pensamiento y conciencia con la imposición de la ideología marxista-leninista como oficial y como referente en la formación de las nuevas generaciones por el sistema educativo, así como los artículos 19, 21, 22 y 25 de dicho pacto.

La Constitución debe contemplar el cuerpo del derecho internacional de los derechos humanos como jerárquicamente superior a ella y sus enunciados como complementarios de los derechos y garantías reconocidos en ella.

b) PODERES.

El Abogado Fidel Castro Ruz precisó:
¨ Es un principio elemental de derecho público que no existe
constitucionalidad allí donde el Poder Constituyente y el
Poder Legislativo residen en el mismo organismo.¨ (28)

Referido a ¨Los Estatutos¨, impuestos por el dictador Fulgencio Batista en sustitución de la Constitución del 1940, Fidel Castro, después de definir lo entendido por Constitución, analizó:

“Los Estatutos no llenan ninguno de estos requisitos. Primeramente encierran una contradicción
monstruosa, descarada y cínica en lo más esencial, que es lo referente a la integración de la
república y el principio de la soberanía. El articulo 1 dice: ¨Cuba es un Estado independiente y
soberano organizado como República democrática…¨El artículo 2 dice: ¨La soberanía reside en el
pueblo y de este dimanan todos los poderes.¨ Pero luego vienen el artículo 118 y dice: ¨El Presidente
de la República será designado por el Consejo de Ministros. ¿Y quien elige el Consejo de Ministros?
El artículo 120, inciso 13: ¨Corresponde al Presidente nombrar y renovar libremente a los ministros
sustituyéndolos en las oportunidades que proceda.¨ ¿Quién elige a quién por fin? ¿No es este el
clásico problema del huevo y la gallina que nadie ha resuelto todavía?¨ (29)

Al comparar este análisis con la situación actual tenemos que según el artículo 75 de la Constitución, referido a las atribuciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), se descubre la concentración en ella de todo el poder que le permite: Reformar la Constitución (inciso a); aprobar, modificar o derogar leyes(inciso b); decide acerca de la constitucionalidad de las leyes, decretos- leyes, decretos y demás disposiciones generales (inciso c); revoca todo o en parte los decretos dictados por el Consejo de Estado(inciso ch); elige a los miembros del Consejo de Estado (inciso l); elige a los jueces del Tribunal Supremo Popular (inciso m); elige al Fiscal General y vice-fiscales de la República (inciso n); y, en fin, ejerce la más alta fiscalización sobre los órganos del Estado y del Gobierno

De esta forma, se ve claramente como la ANPP concentra en sí, o a través del control que ejerce sobre el Consejo de Estado, las atribuciones constituyentes, legislativas, ejecutivas y judiciales.

Por otro lado se tiene que dicha Asamblea se nutre de funcionarios y las directivas elaboradas en el seno del Partido Comunista de Cuba. ¿Cómo se garantiza entonces la participación de todos los ciudadanos, no comunistas o no incondicionales, al gobierno de su país como se estipula en el artículo21 de la DUDH y en el 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos?

Se repite en nuestra historia la inobservancia de este ¨…principio elemental de derecho público…¨, al fundir los poderes en un único centro, esta vez, por quienes arguyeron tal violación como razón crítica que justificara su actuar violento en contra de los poderes espurios establecidos entonces.

Es evidente que cambiar este orden de cosas se ha de incluir entre los cambios estructurales e institucionales prometidos en pos de tener, al fin, una ¨ley suprema de nuestra República¨ que realmente ¨sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.¨, de TODOS LOS HOMBRES sin que nada divida, aparte o acorrale a parte de ellos por el sólo hecho de pensar diferente al dogma oficialmente impuesto. Bien precisó fue el Apóstol al respecto cuando sentenció:

“…el deber de procurar el bien mayor de un grupo de hijos del país, no puede ser
superior al deber de procurar el bien de todos los hijos del país.” (30)


c) JUSTICIA Y LEGALIDAD.

La inexistencia de un real ordenamiento republicano en Cuba se hace evidente también con la ausencia de un poder judicial independiente e imparcial, capaz de garantizar el pleno disfrute de los derechos de los ciudadanos frente al desmedido predominio del poder del Estado.

No existe en lo absoluto la posibilidad de ser juzgado por un juez imparcial e independiente como es demandado por el derecho natural refrendado en los artículos 10 de la DUDH y el 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Lo anterior deriva del hecho de que la ANPP concentra en si todo el poder político y controla todas las demás instituciones del gobierno como ya señalamos anteriormente.

Por su parte, el Consejo de Estado-subordinado a la ANPP y presidido hasta hace poco por Fidel Castro y actualmente por su hermano Raúl- tiene la facultad de dar a las leyes vigentes una interpretación general obligatoria para los jueces (según el inciso ch del artículo 90 de la Constitución) e imparte instrucciones de carácter general a los tribunales a través del Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular (inciso h, artículo 90 de la Constitución).

Es el Consejo de Estado, además, la última instancia de apelación para determinados delitos, lo que garantiza la total subordinación del Poder Judicial al poder único y personal encabezado por el Presidente del Consejo de Estado de turno.

Tratando de demostrar la improcedencia de la sanción que le iba a imponer el tribunal que le juzgara por los ataques a los cuarteles en 1953 por no tener ¨… justificación ante la razón, ante la sociedad y ante la verdadera justicia.¨, Fidel Castro arguyó:

“Mis razonamientos van encaminados a demostrar lo falso y erróneo de la
posición adoptada en la presente situación por todo el Poder Judicial, del cual
cada tribunal no es más que una simple pieza obligada a marchar, hasta cierto
punto, por el mismo sendero que traza la máquina, sin que ello justifique, desde
luego, a ningún hombre a actuar contra sus principios. Se perfectamente que la
máxima responsabilidad le cabe a la alta oligarquía que sin un gesto digno se
plegó servilmente a los dictados del usurpador, traicionando a la nación y
renunciando a la independencia del Poder Judicial.”(31)

No se puede hablar de imparcialidad e independencia respecto de un tribunal que es controlado directamente por el gobierno central, cuya doctrina interpretativa de la ley puede serle impuesta por un órgano ejecutivo, y que puede además recibir instrucciones de carácter general.

Esta imparcialidad y esta falta de independencia son notables especialmente respecto del juzgamiento de aquellas causas penales en que se acusa a personas por delitos contra la seguridad del Estado o por las figuras penales contenidas en la ley 88 del 99.

La falta de independencia de criterios de los jueces populares hace que la apelación a un tribunal superior sea una mera formalidad.

Son ejemplos relevantes y muy lamentables que ilustran lo expuesto; por un lado, el no encauzamiento de todos los que de una u otra forma participaron en el hundimiento del Remolcador 13 de Marzo ocurrido el 13 de julio del 1994 (ignorando las reiteradas peticiones al respecto a la Fiscalía General por ciudadanos cubanos) que causó 36 víctimas fatales, entre ellas 11 niños; y, por otro lado, el caso de los jóvenes negros cubanos fusilados el 2 de abril del 2003 por intentar salir hacia EU secuestrando una embarcación sin causar víctimas fatales.

Los que de una u otra forma provocaron el hundimiento del Remolcador 13 de Marzo no han sido sometidos siquiera a un juicio por asesinato o, al menos, por homicidio culposo, como prescribe la ley que debe ser. Ellos se mantienen impunes a 18 años del horrendo crimen..

Los restos de las víctimas no han podido ser recuperadas del fondo del mar por negativa de las autoridades cubanas. Investigadores independientes no han podido esclarecer lo sucedido. Sólo quedan los testimonios de los sobrevivientes y las contradictorias declaraciones oficiales cubanas. La Historia dirá la última palabra, como ocurrió con nuestros siete estudiantes de medicina asesinados por los colonialistas españoles.

Los tres jóvenes cubanos referidos fueron detenidos el 2 de abril. Se les celebró el juicio el día 8 resultando condenados a muerte. Contra la sentencia sumaria, ocurrieron sus ratificaciones al otro día por el Tribunal Supremo Popular y, al día siguiente, por el Consejo de Estado, entonces presidido por Fidel Castro. Fueron ejecutados el 10 de abril.

Bastaron 8 días para ser juzgados, sentenciados, ratificadas las sentencias y ejecutados por la sola razón de Estado de ¨dar un escarmiento¨ para detener la serie de secuestros ocurridos entonces.


10.- “NO MÁS PRESOS POLÍTICOS NI MÁS EXILIADOS…”

El Comité de Familiares Pro Amnistía de Presos Políticos (inscrito en el registro de asociaciones del Gobierno Provincial en 1953) fue establecido a favor de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y otros actos contra el gobierno de entonces.

Dicho Comité circuló una tarjeta en que proclamaba su anhelo, aun no logrado, de:

¡NO MAS PRESOS POLÍTICOS NI MAS EXILIADOS EN LA
TIERRA DE MARTÍ Y DEL GENERAL ANTONIO MACEO! (32)

Siendo consecuentes con este anhelo, parece llegada la hora de:

a) Atender a la “Recomendación General” contenida en la Moción Ciudadana sobre Derechos Humanos en Cuba-2004 (página 22) que fuera presentada a las autoridades cubanas en enero del 2005 y que textualmente dice:
“Promulgar una ley de amnistía para todos aquellos ciudadanos que cumplen
condenas por causas asociadas a posturas disidentes y opositoras al actual sistema y su gobierno,
abandonando la práctica de reprimir, de cualquier manera, las manifestaciones pacíficas de estos
ciudadanos.”

b) En tanto que lograr no “… más exiliados en la tierra de Martí y del General Antonio Maceo”, demandamos el cumplimiento de las recomendaciones hechas en la misma Moción ya referida, en su página 11, y entre las que cuentan:

* “Eliminar las restricciones legales y administrativas (carta de invitación, permisos de salida así como la figura de “salida definitiva” del país) por ser limitantes del derecho de libre movimiento y de elección del lugar de residencia de las personas.”
* “Cesar las prohibiciones de visitas temporales o regresos para establecerse definitivamente en la isla a aquellos cubanos que hayan salido de la misma, independientemente de las razones que los llevaron a ella.”

No se pueden olvidar las causas que Martí indicó para el exilio:
“…a quienes el aborrecimiento de la tiranía,
y el miedo de la pobreza creciente, han
echado a buscar libertad y sustento por el
mundo;” (33)

En estos momentos en que, tanto los que quedamos como los que partieron, sufrimos nuestros fracasos personales y sociales, y nos alegramos, y hasta se benefician directamente algunos, de los éxitos de ambos bandos, es hora de exigirnos y exigir a los demás cubanos:
¡ Basta de divisiones, basta de alentar odios en el templo sagrado de la Patria donde sólo debe reinar el amor, basta de epítetos descalificativos, basta de ser injustos evadiendo la aplicación de la justicia a quienes lo merezcan- estén donde estén y pertenezcan a lo que pertenezcan.! ¡No a la intolerancia! ¡No a las violaciones de derechos humanos! ¡No a todo lo que limite o atente contra el desarrollo humano!

“! La tierra se viene por nuestro camino, y los de allá y los de acá no tenemos más que hacer
que juntar, con prudencia, nuestros corazones!” (34)


Señores gobernantes: Uds. tienen el poder de decisión. Nosotros sólo el de proponer e insistir muchas veces más si fuera necesario hasta que en las cosas de nuestra Patria se actúe en Justicia, Razón y Derecho, como nos enseñó Antonio Maceo que debía ser. La Historia inevitablemente juzgará. Absolución o condena: sólo de Uds. depende. Nuestra parte del deber está cumplida.

No olviden:
“Ya en Cuba esta planteado el problema inevitable de todos los pueblos (…) la minoría
soberbia, que entiende por libertad su predominio libre sobre los conciudadanos a quienes
juzga de estirpe menor, la igualdad de derechos de todos los hombres” (35)

Ofreciéndoles una rosa blanca tanto a los amigos sinceros como a los adversarios, y sin más por el momento, quedo de Uds.,


Sinceramente




Moisés Leonardo Rodríguez Valdés.
Ciudadano Cubano



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E mail: corrientemartiana2004@yahoo.com
Comentarios a web blog: http://corrientemartiana.wordpres.com/

Referencias:
(1) Martí, José Obras Completas (OC), Tomo (T)-22, Pág.86 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.
(2) Martí, José OC, T -1 Pág. 280 Ídem
(3) Martí, José OC, T-4, Pág. 452 Ídem
(4) Martí, José OC, T-4, Pág. 193 ¨
(5) Martí, José OC, T-3, Pág. 139 ¨
(6) Martí, José OC, T-3, Pág. 78 ¨
(7) Martí, José OC, T-4, Pág. 239 ¨
(8) Martí, José OC, T-6, Pág. 311 ¨
(9) Martí, José OC, T-7, Pág. 124 ¨
(10) Castro Ruz, Fidel “La Historia me absolverá” Pág. 47 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 2001.
(11) Martí, José OC, T- , Pág. Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.
(12) Castro Ruz, Fidel “La Historia me absolverá” Pág.49 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 2001.
(13) UN Lista de publicaciones de la OHCHR de UN Internet.
Folleto informativo No. 21 Pág. 3 y 4 of 30 .
(14)Castro Ruz, Fidel “La historia me absolverá” Pág. 47 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 2001
(15) Autores varios Moción ciudadana sobre derechos copia en web blog:
humanos en Cuba.2004 http://corrientemartiana.wordpress.com/
(16) Martí, José. OC, T- Pág. Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.
(17) Martí, José OC, T-7, Pág. 124 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.
(18) Martí, José OC, T-8, Pág. 16 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.

(19) Martí, José OC, T-8, Pág. 281 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.
(20) Castro Ruz, Fidel “La historia me absolverá” Pág. 49 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 2001
(21)Pastrana, Juan J. Ignacio Agramante: su pensamiento. Editorial de ciencias sociales, 1987
político y social. Pág.61 La Habana
(22) Pastrana, Juan J. Ignacio Agramante: su pensamiento Editorial de ciencias sociales, 1987
político y social. Pág.59 La Habana
(23)Martí, José OC, T-1, Pág. 443 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.
(24)Castro R., Fidel “La historia me absolverá” Pág. 46 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 2001
(25) Martí, José OC, T-4, Pág. 264-265 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975.
(26) Martí, José OC, T-4 Pág. 248 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975
(27) Martí, José OC T-4 Pág. 99 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 2001
(28) Castro R, Fidel “La historia me absolverá” Pág. 88 Ídem
(29)Castro R., Fidel “La historia me absolverá” Pág. 85- 86 Ídem.
(30)Martí, José OC T-1 Pág. 335-336 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975
(31)Castro R., Fidel “La historia me absolverá” Pág. 73 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 2001
(32) Mencía, Mario “La Prisión Fecunda” Págs. 189 y 235 Editora Política, La Habana, 1980

(33) Martí, José OC T- 5 Pág. 44 Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1975
(34) Martí, José OC T- 4 Pág. 263 Ídem.
(35) Martí, José OC T- Pág. 104 Ídem.



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